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Cada gran carrera ciclista tiene su sello personal. Basta citar la palabra 'Tour' y brotan imágenes comunes. De sol y Alpes. Lo mismo sucede con las clásicas de leyenda. Si surge en la charla el Tour de Flances, apareceren muros y adoquines. La Vuelta al País Vasco ... , ahora rebautizada como Itzulia, ha tenido durante décadas un esquema similar, reconocible. Muchas montañas, ritmo eléctrico y una contrarreloj que dictaba el juicio final. Pues bien, la edición que comienza hoy en Zumarraga lo hace, precisamente, por el final, por la etapa cronometrada. Ese cambio altera por completo el guion previsto. Desde esta tarde, todos sabrán a quién hay que desbancar. Y eso, en teoría, emocionará las cinco etapas siguientes, especialmente las dos últimas, plagadas de cuestas por los alrededores de Eibar. Con este formato, nadie podrá dejar las cuentas para el final. El candado queda abierto desde el primer día. En cierto modo, la 'crono' libera la carrera.
Las dos últimas veces que la Itzulia se inició con una contrarreloj, en 1976 y 1977, esa etapa inicial fue para el vizcaíno Javier Elorriaga, un misil forrado de músculo. En la primera edición, una caída y Baronchelli le impidieron ganar la ronda. En la segunda, fue González Linares el que se llevó la carrera. «Pude haber ganado las dos», recuerda ahora el corredor de Abadiño. Pero ni entonces ni ahora es fácil controlar una vuelta como la Itzulia, de etapas breves y nerviosas, de ritmo frenético. Además, los equipos son de solo siete ciclistas. Menos piernas para atar a los rivales. Y hay un buen racimo de candidatos.
En la 'crono' de 11 kilómetros de Zumarraga, la Itzulia podrá disfrutar del actual número uno del mundo, el polivalente francés Julian Alaphilippe, y del último vencedor del Tour, el galés Geraint Thomas, que parece lejos de su mejor momento. En esa parrilla destacan también Mikel Landa, en proceso de recuperación tras la clavícula partida en Mallorca;Adam Yates, que ha dado un paso adelante para acercarse al nivel de su gemelo, Simon; el polaco Michal Kwiatkowski; el balear Enric Mas, que en 2018 ganó en Arrate, y todo el bloque del Astana, el conjunto más compacto de la carrera. Ion Izagirre es su líder. Ya ha subido al podio de la Itzulia y se sabe ante su gran oportunidad. La 'crono' de apertura, que incluye la tremenda subida a la ermita de La Antigua y el peligroso descenso hasta Zumarraga, se ajusta a la perfección a su perfil.
Al lado del corredor de Ormaiztegi, el equipo kazajo tiene a dos corredores con opciones, Pello Bilbao y Jakob Fuglsang. Para intimidar aún más, el Astana cuenta con Gorka Izagirre, Omar Fraile, Lutsenko y Luis León Sánchez. El '7' del Astana rompe la báscula. Ion Izagirre, si la 'crono' no le desmiente, es la baza principal. Viene del Teide, de oxigenarse en altitud y de «preparar con mimo» la Itzulia. Estuvo en el podio en 2015, en 2017 y también el año pasado, tras Roglic –ausente ahora– y Landa.
Después de la contrarreloj y el reparto de segundos, llegará mañana el 'sterrato' camino de Gorraiz, una etapa cargada de peligro. El miércoles en Estibaliz y el jueves en Arrigorriaga serán días para la fuga y para los dorsales rápidos con pegada en las cuestas breves como Ulissi, Teuns, McCarthy, Enrique Sanz, Aberasturi... La Itzulia reserva su resolución para las dos jornadas finales, la primera con meta en Arrate y la segunda en Eibar tras ascender el cemento de Karakate.
La ronda vasca es siempre una carrera explosiva por su recorrido pero anestesiada tantas veces por terminar con una contrarreloj. En muchas ocasiones, el exceso de cálculo y de precaución evitaba la pelea. Ya no. Ahora, todos sabrán desde el inicio el tiempo que han ganado o perdido en la contrarreloj. Por delante, les aguardarán cinco días más, con muchos puertos y bonificaciones para desmentir al reloj de Zumarraga. A Alaphilippe, por ejemplo, la 'crono' le va. Es como él. Un tobogán de emociones. El francés, ganador esta primavera de la Strade Bianche y la Milán-San Remo, exhibió pegada hace un año en la ronda vasca. Vuelve de tránsito hacia las clásicas belgas. En su equipo tiene a Enric Mas, el futuro del ciclismo español. Y frente a ellos, el Astana, Landa, Kwiatkowski, Yates, Martin... La afición se frota las manos.
Julian Alaphilippe | Deceuninck
Geraint Thomas | Sky
Ion Izagirre | Astana
Adam Yates | Mitchelton
Mikel Landa | Movistar
Enric Mas | Deceuninck
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