Cuando los ciclistas terminan una etapa, solo piensan en ir lo antes posible al autobús del equipo, ducharse y descansar. Este jueves, tras la 12° jornada del Giro de Italia, Marco Haller, del Katusha-Alpecin, no podía imaginar lo que le esperaba en la meta ... de Pinerolo. El austriaco sostenía con los dientes un botellín mientras avanzaba entre los auxiliares del resto de esquadras. De repente, un espectador trató de quitarle de la boca la borracha, lo que enfadó al corredor, que se enfrentó al hombre. En ese momento había cerca un miembro de la organización, que evitó que la discusión pasara a mayores.
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