Clásica Cicloturista Vitoria
Vitoria se monta en bici para festejar su clásica cicloturistaClásica Cicloturista Vitoria
Vitoria se monta en bici para festejar su clásica cicloturistaEl pelotón de la Prueba Cicloturista Vitoria está acostumbrado a madrugar. No tiene inconveniente en comenzar a pedalear a las 8 de la mañana. 750 participantes aguardan, la mayoría con el maillot rosa tradicional, la salida desde Mendizorroza con un pie en el pedal, ... otro en el suelo y la mirada en el cielo. Es 22 de junio y en la capital alavesa amanece nublado. El parte meteorológico no da lluvia, pero la niebla se deja caer en Landa y en la ascensión a Opakua al paso de los ciclistas.
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Iván Benito
«Nos ha hecho buen día para andar en bici», se congratulan a la llegada Juan y Erik, de San Sebastián. El año pasado pasaron calor. «Perdóname pero yo hubiera preferido siete graditos más», matizaba Sara Carrasco, de Córdoba. Acaban de completar los 100 kilómetros del recorrido corto y les inundan las ganas de bromear. Están de fiesta. De marcha. La clásica vitoriana no es una competición. Ni lo pretende. Aunque los ciclistas inscritos en el trazado de 180 kilómetros se sienten campeones.
La Prueba Cicloturista Vitoria ofrece los dos recorridos desde el año pasado. A Arantzazu Azpiroz le hubiera gustado otro intermedio. «Los 180 eran mucho para mí, pero me ha gustado tanto que me he quedado con ganas de más» La exciclista profesional, con una victoria en el Tour, fue la homenajeada en la edición 42. En la salida recibió una placa a manos de Igor González de Galdeano y se alegró de saber que había récord de participación femenina en la prueba.
Los primeros kilómetros alrededor del pantano de Ulibarri sirvieron para hacer hambre. En el primer avituallamiento en Salvatierra no faltaba de nada. Tiempo para las fotos y para reponer fuerzas. Quedaba lo más duro. Opakua estiró al pelotón de participantes, que llegado a Maeztu dividió sus caminos. El corto iba directo hacia el puerto de Azaceta y la meta en Mendizorroza. Y el habitual, ascendía La Aldea y Herrera antes de pasar por Zaldiaran como colofón final.
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«La esencia de todo esto es que he tenido un problema en la cadena y enseguida tenía a veinte personas ayudándome», relata la riojana Ester Salcedo, que recoge un bol de pasta y bebidas energéticas para seguir la fiesta. La organización anima a los participantes a darse una vuelta por el Azkena. Y es que el ciclismo tiene algo de rock and roll. Al bajista de Guns N'Roses, Duff McKagan, la bicicleta le permitió escapar de un infierno de alcohol y drogas. Salud, solidaridad y ambiente festivo, los valores de la Prueba Cicloturista Vitoria.
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