La NBA se olvida de los polémicos Simmons e Irving

Hablamos de Ben Simmons, el otro australiano que ha incendiado el inicio de la temporada en la NBA. Vale, Kyre Irving es estadounidense, pero también nació en Melbourne. Lo de Simmons no es por la vacuna. Es peor. Está enfadado con todo y con todos desde que los aficionados (y hasta algún compañero) le acusara de haberse rajado en el último partido del pasado play off. El día que los eliminaron, el base de 2,11 (llamado a ser uno de los mejores de la NBA), solo lanzó cuatro veces a canasta en todo el partido. Le pagan 29 millones de dólares al año por jugar al basket.

Desde entonces, la situación solo ha ido a peor. Se ha enquistado. Él pidió salir del equipo de inmediato. Exigió un traspaso. Los dueños de los Sixers, sabedores de que esta rara avis que no sabe tirar de tres, puede llegar a ser el mejor de todos los tiempos se negaron. Si lo perdían iban a tener que bañarlos en oro y diamantes. Además, el verdadero hombre franquicia es Joel Embiid, para qué engañarnos.

Mientras llega una solución al culebrón veraniego, lo que se acumulan son las multas para el australiano. Como se negó a jugar los partidos de pretemporada, le fueron descontando la parte proporcional del sueldo. Lo que pasa en todas las huelgas. La diferencia es que en su caso ya ha batido el récord de la anterior sanción por desobediencia en la NBA. Lleva 1,4 millones de dólares perdidos. Por eso, dicen, accedió a volver a los entrenamientos.

Volver, que no entrenar. Se lo tomaba todo tan a chufla que Doc Rivers, entrenador de los Sixers y exjugador (sabe lo que es estar en la piel de Simmons), ha terminado por expulsarlo.

No jugó el primer partido contra los Pelicans (a los que ganaron de 20) y no estuvo anoche en el duelo contra los Nets, en el estreno como locales de los 76ers. Eso sí, cada vez son más fuertes los ecos de que lo que de verdad le sucede al jugador es un tema de salud mental, como los de Osaka o Byles este verano. Simmons tiene 25 años y una gran presión desde que fue elegido como número 1 del draft de 2016.

Tampoco jugó Irving, una de las estrellas de los Nets. No se va a vacunar y por tanto, como en el estado de Nueva York está prohibido entrar en un pabellón sin un pase sanitario en regla, los de Brooklyn le tienen en la lista de lesionados.

Ninguna de las dos franquicias les echaron de menos. Los de Steve Nash, como ya se vio hace tres días frente a los Bucks, porque tienen otro australiano, Patty Mills, que suple con sobresaliente al díscolo rompetobillos, un polemista profesional al que ha devorado su propio personaje.

Los de Rivers porque han convertido la crisis en oportunidad y practican un juego mucho más coral que la temporada anterior. A los Pacers los desmontaron con cuatro jugadores en los 20 puntos.

Anoche, no les fue tan bien. Bueno, no la cosa no acabó bien para FIladelfia, pero lo qaue es jugar jugaron de manera notable durante 43 minutos. De hecho, a 5 para el final ganaban 108-98 en un Wells Fargo Center entregado a Embiid (19 puntos y 8 rebotes), Tobias Harris (23 puntos y 7 rebotes), Seth Curry (23 + 4) o Tyrese Maxey (15).

La segunda victoria parecía estar en su mano hasta que se les fue la luz o deslumbró Durant, que viene a ser lo mismo. A 46 segundos de la bocina, el luminoso mostraba un empate a 108. Kevin, omnmipresente, Harden a lo suyo y Aldrige inmenso en las zonas le dieron la vuelta al partido con un parcial de 1 a 16 hasta el 109-114 final.

Triple doble de la Durantula (29 puntos, 15 rebotes y 12 asistencias). 20, 7 y 8 de Hardem. 23 puntos de Aldridge. 21 de Patty Mills. ¿Quién se acuerda ya de Irving y Simmons? La NBA pasa página.