El C.B. Gasteiz
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El equipo masculino nació en 1979 en la calle Florida tras un acuerdo con el Baskonia y otro con Marianistas, y el femenino en 1980 tras el descenso del Forjas AlavesasSecciones
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El equipo masculino nació en 1979 en la calle Florida tras un acuerdo con el Baskonia y otro con Marianistas, y el femenino en 1980 tras el descenso del Forjas AlavesasEn el siglo XX muchas fábricas en Europa dedicaban parte de sus beneficios a la planificación empresarial de acciones sociales, familiares y culturales dedicadas al tiempo libre de sus empleados. El Olimpia de Milán, por ejemplo, surgió del equipo de la Dopolavoro Borletti, la fábrica ... de velocímetros para automóviles. En Vitoria, la empresa de conductores eléctricos Echevarría Hermanos no sólo compartía colores con los trasalpinos sino que también fue origen de un club importante. Con el nombre de Embutidos Pelegrín, Echevarría logró un equipo en Segunda División con Iñaki Iriarte dirigiendo a los Junguitu, Roitegui, Gastón, los Sautu, J. Gómez, Pedro Vega, Fernández de las Heras y cía. Sin embargo, la gesta duró una campaña y la empresa les retiró el apoyo tras el descenso. El equipo desapareció y sus responsables, Fernando Aranguiz y Alberto Gómez San José, recalaron en la directiva de un agitado Basconia. Con ellos, Iñaki Iriarte.
Por entonces, Basconia no poseía instalaciones deportivas, ni una economía poderosa, y tampoco tenía el personal para atender a las necesidades de formación por lo que precisaba de aliados en Vitoria que moldeasen jugadores. Desafortunadamente nadie se prestó y Basconia decidió rescatar al Echevarría Hermanos. Así nació el C.B. Gasteiz en 1979 y en la calle Florida. En la sociedad gastronómica de Aranguiz se constituyó un club lleno de apodos: Alfredo 'El Lampa' Salazar, Txema Arana, José Luis 'Fofo' Espizua, Iñaki 'Iri' Iriarte, Alfredo 'El Peque' Martínez de Ilarduya y Javier 'Vogli' Gómez como entrenador. El primer equipo del Gasteiz salió en la Tercera División masculina, con un acuerdo de colaboración con Basconia y otro con Marianistas para la intendencia de jugadores escolares
El grupo femenino se formó en 1980 tras el descenso del Forjas Alavesas. La empresa quería dejar el equipo, pero no abandonarlo. El responsable, Alberto Ibarrondo, contactó con Espizua, que no sólo aceptó la proposición sino que inició la construcción de una sólida estructura. El Gasteiz absorbió al Danak, recién ascendido a Segunda y primer equipo femenino en disputar una fase final de un Campeonato de España, incorporó a Ofelia y Juani de La Blanca y adoptó al colegio Luis Dorao como nodriza de base. Con ambas estructuras conformadas, el Gasteiz solidificó su armazón gracias a sendos acuerdos con la Caja de Ahorros Municipal (CAM) y el Ayuntamiento. El patrocinio de la caja supuso 50.000 pesetas y el apellido del club. El Ayuntamiento dio acceso libre a Landázuri en virtud de la alianza con Jesús Vázquez, actual director internacional de Baskonia, ex-jugador de La Blanca y recién empleado en el Consistorio.
Con Manu Moreno en el banquillo, los chicos ascendieron a Segunda en el 82. En la siguiente temporada consiguieron disputar la fase de ascenso a 1ªB en Melilla. Cosecharon 2 victorias, 2 derrotas y 3 curiosos empates para terminar en un aceptable séptimo lugar. Una clasificación que significó el ascenso gracias a la Asociación de Clubes de Baloncesto. La creación de la ACB en aquel 1983 implicaba la remodelación de la competición, que tendría dos equipos más en Primera, 16, que disputarían el título mediante el sistema de playoffs. La Primera B también se veía afectada. Ampliada también a 16 equipos, consiguieron plaza los seis primeros de la fase de ascenso de Melilla. El Gasteiz, séptimo, la logró debido a la desaparición del Inmobanco. Álava tendría un equipo en ACB y otro en Primera B. Todo dependía de una votación que, de no prosperar, supondría una hecatombe. Basconia, que había terminado penúltimo, necesitaba el sí para no descender. Si la propuesta no triunfaba, descendería y el club de Landázuri perdería automáticamente su opción de plata. Para alivio alavés, la votación sólo tuvo una abstención, la del Patronato, debido a la oposición de la Federación Vizcaína a la ACB.
La Primera B se traducía en cuatro millones de pesetas. «Era un sacrificio muy grande pero lo aceptamos como premio para el equipo», recuerda Txema Arana. «Se lo merecía. La Diputación nos ayudó, pero todo era poco. Había que inventar. Pusimos carteles de publicidad colgados de las paredes y después, de las redes en los fondos de Landázuri. Busqué por todo Vitoria cualquier empresa que tuviera Gasteiz en su nombre para sacarle las 20.000 pesetas que costaban. Lo llenamos. Luego conseguimos la ayuda del Corte Inglés, que nos facilitó la ropa de la marca Mito. Éramos la envidia de todos. También fuimos los únicos en tener equipaciones Nike. No sé como me las arregle, pero me dieron 25 pares de botas para el club». El debut en Primera B arrancó con victoria en Gijón, pero los rojillos acabaron descendiendo. «La temporada deportivamente no ha sido mala», resumía Manu Moreno, «todo ha influido, la economía, la calidad individual de los rivales… Hemos padecido un desgaste terrible, jugando siempre al límite y esforzándonos por encima de lo que se nos pedía. También ha faltado un poco de suerte en tres o cuatro partidos que nos habrían dado una clasificación holgada. Estoy muy satisfecho y orgulloso de mis jugadores. Hay clubes que se interesan por hombres del Gasteiz. Se nos valora y respeta, y eso me llena de satisfacción». Txema Arana se ríe cuando recuerda que «si Alberto Pardo hubiera metido la mitad de los tiros libres que intentó hubiéramos conseguido la permanencia sin problemas. Mira que era habilidoso. Siempre se cobraba la falta pero luego…».
En efecto, Basconia se interesó por Brizuela. «Me llamo Sanchón diciéndome que querían a Txus Brizuela. que era el bueno. Les dije que necesitábamos 100.000 pesetas. Sanchón me dijo: ¡siempre pidiendo! y colgó. A los dos días me citaron en las oficinas del Portal del Rey y me dieron en mano las 100.000 pesetas. ¡No me lo podía creer!. ¡El Gasteiz había vendido a un jugador al Caja de Álava y por un dineral además!» Aquel Basconia fue quizá el más vitoriano de la historia con Ortega, Laso y Garayalde, del San Viator; Brizuela, del Gasteiz, y Zárate de Urgatzi.
Tras el descenso, el foco de atención pasó a las chicas de Fofo, con la incorporación de las jugadoras de Luis Dorao de Carlos Antía. Como infantiles se clasificaron para el campeonato de España de Santander donde consiguieron el subcampeonato de España 1982 al caer en la final frente al Badía Solé de Manresa. Aún es el mejor resultado de cualquier equipo femenino alavés en un Campeonato de de España. Al año siguiente el mismo equipo finalizó octavo en el campeonato de Zaragoza y eran parte del primer equipo a las órdenes de Fofo y Javier Brizuela en 1984. El círculo se completó con la segunda camada colegial. Un grupo que también disputó varios campeonatos de España. En Vigo 87, séptimas, en Linares 89 y en Plasencia 91 obtuvieron sendos octavos puestos. Aún quedaría uno más para el Gasteiz en Tenerife 92, con la internacional Iratxe López de Armentia. Este conjunto tiene unos números únicos. Invicto durante tres temporadas, desde la 86 a la 89. Dirigidas por Santi Segura, Susana Pastor, Marta Gómez, Milagros Lastra, Lourdes Rivas, Susana Bernal y Marta Baños eran fijas de la selección de Euskadi y las tres primeras jugaron con el combinado cadete nacional nada menos que un Mundial. El equipo se completaba con Isabel Sagasti, Ana María Fernandez, Susana Bernal, Ana Belén Garcia e Isabel 'Moses' Fernández.
En 1988 se produjo la ampliación de las ligas femeninas y con ella una plaza para el Gasteiz, que llevaba ya años rozando categoría. Por fin se llegaba a Primera B y además sin necesidad de fase de ascenso. No obstante, el equipo acudió a León para certificarla. Depués de siete años, el conjunto rojillo subió a Primera B. «Esto es lo más alto a lo que se puede aspirar en Vitoria», decía Fofo, «a las jugadoras de aquí les falta altura y además se cuida muy poco la preparación física. El baloncesto femenino de Vitoria ha progresado, pero todavía necesita pegar un salto». Aquí se puso fin a una década prodigiosa.
La siguiente arrancó con el traslado del club al recién construido Palacio Europa. Mientras que las chicas seguían compitiendo en Primera B, los chicos descendieron a Interautonómica. Todo se desmoronó en 1994, cuando los 7 millones de subvención que iba a ofrecer la Diputación al Gasteiz se esfumaron sin mayores explicaciones. Sin ese dinero, que acabó en Baskonia, resultó imposible atender aquella estructura de 9 millones anuales. El club acabó por descomponerse. Primero desapareció la sección masculina y después las chicas renunciaron a su plaza de Primera B. Muchas lo dejaron, otras ficharon por el otro equipo de la categoría, el Araba, equipo sucesor del primer club en jugar en Primera división femenina, el Divino Maestro. Pero esa es otra historia…
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