El mensaje esperanzador de Carolina Marín en plena recuperación: «Vamos a por ello»

Carolina Marín se rompía por completo cuando, tras los Juegos Olímpicos de París, aseguraba no estar convencida de poder coger de nuevo una raqueta. Ahora parece que ha recuperado parte de esa energía arrolladora y se muestra esperanzada ante el largo proceso que tiene por delante con su grave lesión de ligamento cruzado.

La onubense publicaba un emotivo vídeo en Instagram con varias escenas de su proceso de rehabilitación: andando en la cinta, practicando la movilidad en la piscina, con muletas en la playa, en la camilla del fisio, subiendo escaleras e incluso jugando al bádminton sentada. Junto a las imágenes, una promesa: «Conozco el camino porque ya lo he recorrido… Vamos a por ello». En el hashtag también ha dejado bastante claras sus intenciones: #PuedoPorquePiensoQuePuedo.

Está claro que la deportista no va a parar. También se pronunció tras la operación, dejando ver a una Carolina destrozada anímicamente y preocupada por su futuro. «Estoy con el alma rota. Necesitaré mucho tiempo, más de lo que he necesitado para recuperarme de lesiones previas. Ha sido la peor vez que me he destrozado la rodilla. No sé si volveré a jugar, si volveré a coger una raqueta de bádminton o si volveré a disputar unos Juegos Olímpicos. Ahora mismo, es lo que menos pienso; lo que más piensa mi cuerpo y mi mente es encontrar paz y tranquilidad conmigo misma», aseguraba. No era la primera vez que sufría esta dolencia, ni la segunda. Las anteriores no la dejaron participar en Tokio.

La lesión de Marín, oro en Río 2016, sse produjo en las semifinales de los Juegos, cuando acariciaba asegurar medalla. Estaba dando un recital tras haber ganado el primer set por 21-14 a la china He Bing Jiao en la semifinal. En la segunda manga, el resultado parecía encaminado a una victoria rápida, con 10-5 a favor de la andaluza, cuando en uno de sus frenéticos movimientos apoyó mal la rodilla derecha y cayó al suelo dolorida, consciente de la gravedad de la lesión. Trató de continuar con una rodillera, pero fue incapaz. Entre lágrimas, tuvo que retirarse y renunciar a la lucha por el metal.

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