La heroína de la noche en Nueva Zelanda: «Mis compañeras me han dicho que me van a poner un monumento»

Confió. A pesar de que en la primera mitad había fallado dos disparos, sabía que podía hacerlo. Donde puso el ojo, puso el balón. «He intentado ajustarlo un poquito más», se sinceró entre risas. Y vaya si lo hizo. Un tanto para la historia, el que mete a la selección femenina en su primera final de un Mundial. Es la segunda de un torneo intercontinental para un combinado español, después de la ganada por el cuadro de Vicente del Bosque en Sudáfrica en 2010. De nuevo, en la otra punta del mundo, La Roja busca ser el mejor equipo del planeta.

Carmona, sin tiempo para pensar en lo que ha conseguido, ya piensa en ese domingo a las 12 de la mañana en España. Tiene ganas de que llegue el momento. Tan esperado. «Hemos tirado de la épica», deslizó una joven que, por supuesto, «no he vivido nunca algo así». Ahora queda seguir soñando. ¿Quién será el rival? Este miércoles se sabrá: Inglaterra o Australia.