juan pablo martín
Jueves, 29 de noviembre 2018, 00:13
Se intentó pero no se pudo. «El resultado lo dice todo», admitió Mario López, el técnico del Lointek Gernika tras la abultada derrota encajada por su equipo ante el Girona en la Eurocup. «No hemos estado al nivel físico que requería el partido ... contra Girona», añadió. Su lectura del choque fue clara. Ofensivamente apenas pudieron hacer circular el balón y siempre lo recibieron en posiciones lejanas al aro. «Además, no supimos leer los cambios defensivos que propusieron las catalanas», señaló.
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Atrás tocaba esmerarse más ante la calidad de las jugadoras más altas de su oponente, pero tampoco salieron las cosas. «Sabíamos que cada vez que jugasen situaciones de bloqueo directo o interiores con Colhado íbamos a sufrir. Las habíamos preparado, pero no hemos estado con la intensidad y la dureza que requiere, y con el entendimiento que hace falta para ser capaces de defenderlas. También les hemos dado muchas facilidades en canastas tontas, en pérdidas de balones que eran contras suyas, en faltas innecesarias y ayudas que no tocaban», afirmó.
Si a esto se le suma que las catalanas les sacaron quince rebotes de diferencia y que sus porcentajes estuvieron cercanos al 50% tanto en tiros de dos como de tres, «da el resultado final», apuntó. Desde su visión, el Girona «está dos escalones por encima por plantilla. En las rotaciones hay diferencia de calidad y se notó».
López admitió sentirse «dolido por perder por esta diferencia en casa. Da igual el rival que sea. El equipo no ha mostrado la intensidad, agresividad, verticalidad, y circulación que acostumbra esta temporada, y en ese sentido no me gustó a partir del segundo cuarto», lamentó. «Hay que levantarse después de perder de 30 puntos en casa. En el último cuarto ya se veía que el equipo estaba roto. Daba igual qué jugadoras tuviéramos en cancha porque todo el mundo estaba con la cabeza abajo y el nivel de cansancio se nota más en una situación así», afirmó.
El técnico también destacó que la lesión de Juana Molina en el segundo cuarto, cuando todavía estaban vivas, «afectó al equipo anímicamente. Pensábamos que podía ser lo peor porque ella ya ha pasado alguna vez por esto, pero parece que es el menisco», descubrió.
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El técnico del Girona, por su parte, se mostró satisfecho por el triunfo. Reconoció Eric Suris que llegaban «avisados porque el Gernika trabaja muy bien y es un equipo muy duro, y Maloste es una pista complicada», y sabían que encarrilar el primer puesto del grupo «pasaba por hacer un muy buen partido». Lo lograron. «Salió muy bien todo lo planeado. A nivel defensivo hicimos un buen trabajo que les impidió estar cómodas», señaló.
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