Marina Bassols, una tenista inasequible al desaliento

Marina Basolls es una de las candidatas al título. De entre las españolas que compiten, es la mejor situada en ranking. Después de haber probado con la natación, su apuesta por el tenis le llevó a tomar la gran decisión. «Me marché a Barcelona, al centro de alto rendimiento TEC Carlos Ferrer Salat. Gracias a las ayudas económicas y académicas que te ofrecen puedo seguir en este mundo y soñar con ser una top 100 mundial. Hay que ser agradecida. Me están ayudando mucho », puntualiza. Separada de su familia y amigos, el sacrificio, por el momento, le compensa. «Hago lo que me gusta y me hace feliz. Hay momentos duros pero para eso tengo al psicólogo que me aporta herramientas para saber gestionarlos. Es verdad que todo va en función de caracteres. Me considero una luchadora», afirma.

Prueba de ello fue el partido que en 2022 remontó en Budapest. De tenerlo todo perdido, con 6-0, 5-0 en contra y 30-0 en el juego, frente a Yuliya Haotuka a conseguir el milagro. «Fui punto a punto y conseguí remontarlo. Minutos después empecé a recibir noticias y felicitaciones de que era la mayor remontada en la historia de la WTA», rememora orgullo. Sin duda, una carta de presentación que sirve para avisar a sus contrincantes.

Cristina Bucsa o Rebeka Masarova, ganadoras en el Vitoria en 2019 y 2022 forman parte del combinado español en el que Bassols también ha tenido ya presencia. «Sería un sueño disputar la Billi Jean King Cup. Si me llaman de nuevo para formar parte del equipo nacional, ahí estaré», afirma. Viaja por todo el mundo, disputa las fases previas de los Grand Slam y sigue cumpliendo sus objetivos con firmeza, demostrando que no hay nada que se le resista a esta joven tenista catalana.