Con las ganas e ilusión de colgarse un metal

El trío cuenta con una historia completamente diferente detrás. Con solo 14 años a Agurtzane Egiluz le pasó por encima el autobús de su ikastola. Los médicos le confirmaron la peor de las noticias, no iba a volver a caminar. El golpe fue mayor, aún si cabe: «Me dijeron que no volvería a practicar deporte». A Naiara Rodríguez las complicaciones en una operación de escoliosis le derivaron en problemas físicos irreversibles. Fuertes dolores e insensibilidad en una de sus piernas fueron algunas de ellas. «Pasé de la pasión por la gimnasia rítmica al baloncesto en silla de ruedas», comenta Rodríguez, que practicó esta disciplina primero en el colegio y luego en el club Itzal. En el caso de Laura Ugarte, las graves lesiones modulares producidas a raíz de un accidente de tráfico fueron la consecuencia de querer enrolarse en las filas del Zuzenak. «Pase del todo a la nada tras el accidente».

Diferentes situaciones por las que estas atletas tuvieron que rehacer sus vidas. Pero estas difíciles circunstancias no les aislaron ni hicieron venirse abajo. Más allá de tenerse las unas a las otras en el día a día, Sara Revuelta, jugadora del C.D. Ilunion de Madrid, y Beatriz Zudaire, ex del club vitoriano y recién fichada por el Fundación Aliados de Valladolid, se encuentran entrenando estos días en la capital vasca. Su propósito no es otro que el de ponerse a punto de cara a los Juegos Paralímpicos que arrancarán en su caso el 29 de agosto frente a Gran Bretaña. Un campeonato al que llegan con grandes sensaciones. «Estamos ilusionadas porque, a diferencia de los de Tokio, pueden venir nuestros amigos y familiares a vernos», destaca Egiluz.

Muchas horas de entrenamientos, partidos y viajes que dan para anécdotas. Una de las más reseñables es el miedo que tienen varias jugadoras de la selección a los insectos, especialmente a las avispas. «Si estamos entrenando y de repente aparece una al lado de alguien, hay un grito enorme y todas nos vamos. Dejamos al entrenador hablando solo», relata entre risas Zudaire quien añade que «quizás les venga bien para hacer buenos balances defensivos».

Las cinco jugadoras estarán bajo las órdenes de Franck Belen. El técnico francés, que cogió el cargo de seleccionador español el pasado año, llega con el objetivo de mejorar la octava posición de Tokio, con la que el combinado nacional obtuvo el diploma olímpico. «Es un entrenador que ha conseguido sacar muy buenos rendimientos y nos ha dado muchas herramientas, sobre todo en defensa», acentúa Ugarte. Uno de los principales hándicaps a los que se ha tenido que enfrentar el preparador que reemplazó a Adrián Yáñez es el idioma, al que le costó adaptarse. «El primer entrenamiento nos dijo unas de 'jojo' y otras de 'bronco'. Nos miramos todas las compañeras como diciendo ¿Qué es esto? Se refería a que unas se vistiesen de rojo y otras de blanco para jugar un partido», cuenta Revuelta a carcajadas. Un problema al que el galo no se ha vuelto a enfrentar. «Ahora habla muy bien español y nos entendemos perfectamente», aclara.

Las cinco jugadoras convivirán durante dos semanas en la capital francesa. Una ciudad icónica con atractivos como la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo o la Basílica del Sagrado Corazón. Sin embargo, Rodríguez lo deja muy claro. «Si hay un día que podamos aprovechar, iremos a ver algo, pero el principal objetivo es poder competir lo máximo posible y centrarnos en el campeonato».