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Aldalur muestra desde Australia la camiseta de su nuevo equipo. E. C.

Ane Aldalur: «Volver a competir ha sido muy emotivo»

La exjugadora del Araski se ha reenganchado al baloncesto en el Keilor Thunder australiano

Martes, 16 de marzo 2021, 23:20

No dejó indiferente a nadie su paso por Araski. De jugar en Primera Nacional dio el salto para fichar por el club vitoriano cuando peleaba en Liga Femenina 2 y logró el ascenso a la máxima categoría. La guipuzcoana Ane Aldalur priorizó otros aspectos ... vitales y, tras doctorarse en Ciencias y Tecnología de los alimentos, decidió dejar el baloncesto y establecerse en Australia, donde vive desde hace casi dos años. En Melbourne ha iniciado una nueva vida a la que ha sumado su amor por el baloncesto, entrenando con el equipo Keilor Thunder de la máxima categoría. Un trienio después, ha vuelto a competir en un partido oficial.

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– Han pasado tres años desde que dejó el baloncesto en España para reencontrarse con la competición en Australia. ¿Qué sensaciones tiene?

– Tenía muchas ganas. Volver a competir después de tres años fue muy emotivo y lo viví con nervios. Te diría que es un poco diferente. He tenido un proceso de adaptación porque el juego es un tanto distinto y el nivel no es el mismo. Se asemejaría a la Liga Femenina 2 española. El rol que tenía en España no es como el que desempeño aquí. Soy la más mayor del equipo, con 31 años. La plantilla es muy joven con chicas de 18, 19 y 20 años. Yo ocupo plaza de extranjera y tengo más responsabilidad. De hecho, ganamos en el debut y los cuatro últimos tiros libres fueron míos. Tampoco es que hiciera un gran partido, pero vamos poco a poco. Lo importante es jugar en equipo, así que las individualidades pasan a un segundo plano.

– ¿Cómo es el formato de esta liga en Australia?

– Es una competición corta, con diez equipos y nos enfrentamos a doble vuelta. Hemos empezado en marzo y acabaremos la liga en el mes de julio. Apenas cinco meses. No hay Copa como en España. Nuestro objetivo dentro del Keilor Thunder sería clasificarnos entre las cuatro primeras para jugar las finales, pero no será fácil.

«Aquí tengo otro rol. Soy la mayor de la plantilla, con 31 años, ocupo plaza de extranjera y tengo más responsabilidad»

– ¿Hay allá seguimiento mediático del baloncesto femenino?

– Te diría que poco. Ahora han empezado a emitir por streaming. En Australia, otros deportes son muy seguidos. En Melbourne, tiene mucho seguimiento el fútbol australiano, además del cricket en verano. En otros lugares del país, se impone el rugby. Pero hay una modalidad femenina denominada netball, que es una variante del baloncesto, donde no se puede botar y no hay contacto y que tiene mucho éxito por aquí con bastantes practicantes y seguidores. De hecho, es un deporte de mujeres. A mí me parece aburrido, no me gusta (risas).

– ¿Se ha adaptado a vivir en Melbourne?

– Lo que peor llevo son las distancias. Mira para ir a entrenar tengo 15 minutos en coche, soy una afortunada. Algunas compañeras tardan una hora para ir y otra para volver, dentro de una urbe de 5 millones de habitantes. Hay que invertir tiempo en cada desplazamiento. Si vienes de ciudades tan acogedoras y pequeñas como Donosti o Vitoria se te hace difícil.

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Echar raíces

– ¿Sigue la liga española?

– Veo poco porque me viene fatal. Pero me entero de todos los resultados y clasificaciones a través de Internet. Sigo teniendo contacto con algunas jugadoras. La Copa sé que ha tenido un nivel muy alto, bueno de hecho te diría que el nivel, en general, de esta liga ha subido muchísimo. Se ve por las jugadoras que hay y la conformación de las plantillas.

– ¿Su proyecto de vida es, a largo plazo, continuar en Australia o echa de menos su Donosti natal?

– Por ahora, me quedaré por aquí. En unos meses, creo que podré trabajar en una universidad en Melbourne que es algo que llevo buscando desde que llegué aquí. Mi chico es de aquí y ahora nuestra vida está aquí, pero nunca descarto volver, porque la vida cambia. Claro que echo de menos Donosti, mi familia, amigos. He hecho un cambio de vida importante, pero ya veremos. Fíjate que por la pandemia no pude estar en Navidades con mi familia porque si salía de Australia no podía volver. Así que tengo muchas ganas de poder viajar. Cuando se pueda y las circunstancias lo permitan, volveré a casa. Al menos, de visita (risas).

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