Pablo Motos confiesa que le cuesta el inglés y un colaborador se mofa de él

Pablo Motos y su equipo de trabajadores que conforman 'El Hormiguero' están de enhorabuena. El lunes firmaron el mejor estreno de su historia con la entrevista a Rafa Nadal, donde superaron los cinco millones de espectadores únicos, y continúan siendo un año más el programa más visto de la televisión.

Ayer fue el turno de Carolina Marín, que emocionó a todos con el relato de su grave lesión sufrida recientemente en los Juegos de París. La onubense desveló que escuchó el «crack» de su rodilla y «al momento supe que me había roto el ligamento cruzado». Después, tras las pruebas médicas realizadas en España, descubrió que, además, también tenía rotos los meniscos. «Es la peor rotura de las tres», aseguró anoche recordando que en 2019 y en 2021 ya se fracturó el ligamento cruzado de sus dos rodillas.

Marín llegó con muletas al plató y salvo el momento de la entrevista, la onubense se mantuvo de pie el resto del programa. Eso sí, sin apoyar el pie. Uno de los momentos más divertidos de 'El Hormiguero' anoche lo protagonizó El Monaguillo. El cómico llegó a plató con un surtido de utensilios japoneses que, a su juicio, pueden ser útiles en el día a día. Probó todos ellos en directo y le regaló a Marín un rascador de espalda que emitía sonidos de gato.

Aunque el 'regalazo' de la noche se lo llevó Pablo Motos en modo pulla. El Monaguillo sacó a relucir un vídeo del programa del lunes cuando el presentador presenciaba el espectáculo de drones con un gran entusiasmo. En las imágenes se puede escuchar a Pablo Motos decir un «¡Oh my God!» (¡oh dios mío!), y El Monaguillo no quiso dejar pasar la ocasión y le vaciló por su inglés. Motos confesó que el idioma le cuesta pero que este verano había practicado mientras disfrutaba de sus vacaciones en Indonesia. Al cómico le dio igual y continuó con su vacile.

Para poner fin al reto, El Monaguillo se puso unas zapatillas japonesas de andar por casa con las que, supuestamente, podía andar sobre cristales y pisar clavos sin acabar en el hospital. Si lo conseguía, Motos anunció que le renovaría su contrato. Era una broma, lógicamente. El Monaguillo caminó sobre cristales pero no se atrevió a pisar los clavos. Aun así, se llevó el premio del falso contrato firmado por el presentador.

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