Con referencias a casi todo lo acontecido en los últimos tiempos y un colosal homenaje a los cómicos de todas las generaciones, José Mota dio en la diana en su último especial de Nochevieja en el que representó un golpe de Estado con ... más gracia que nunca. Tocado por los dioses y arropado por más de cincuenta compañeros de oficio (de Santiago Segura a Fernando Tejero, pasando por Florentino Fernández, Barragán, Ignatius Farray, Fernando Esteso, Marta González Vega, Leo Harlem o Las Supremas de Móstoles, entre otros muchos), el humorista cuajó un programa redondo en el que el talento brilló de principio a fin. Para empezar, un alegato contra la mala leche que reina en la sociedad actual en la que reírse de cualquier cosa puede ser reprobado con dureza. Magnífico el sketch de la Asociación de Ofendidos en General amenazados con las cintas de cassette de Arévalo. Y no fue el único discurso en ese sentido, prueba de ello es la versión del 'Mariscal de España' que actualizaba con ingenio el recordado número que Martes y Trece interpretó a principios de los noventa y que hoy sería tachado de homófobo o vaya usted a saber de qué.
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Ante todo, la propuesta realizaba un tributo a cómicos españoles de toda índole, desde Mariano Mariano a Goyito, pasando por Toni Antonio, Felix, el gato o Jaimito Borromeo, nombres que no gozan de la fama de primeros espadas de la risa, pero que han puesto su granito de arena desde distintas atalayas. Maravillosa la veneración hacia los bufones de los ochenta donde estaban representados Eugenio, Pajares, Tip y Coll, José Luis Moreno, Juanito Navarro y doña Croqueta, entre otros, todos ellos encabezados por el gran Gila, leitmotiv de todo el show. Los noventa también aparecieron en escena con Las Virtudes, Pepe Viyuela, Chiquito de la Calzada o Faemino y Cansado y las honras se sucedieron con tributos a Chicho Ibáñez Serrador o ese montaje final en el que, más en serio, recordaban a mitos como Rafaela Aparicio, Florinda Chico, Pedro Reyes, Lina Morgan o Antonio Ozores, entre otros genios desaparecidos. Una labor aguda y generosa la de Mota, que logró reunir casi al final del programa a los auténticos Josema y Millán, muchas Nocheviejas después. ¡Ah! y el tercero en discordia, Fernando Conde (que Martes y Trece comenzaron siendo tres) tampoco faltó a la cita. Aunque no coincidió con el dúo.
Ver al Rey Felipe VI cara a cara con doña Rogelia fue un poema y, entre líneas, críticas ácidas a la política actual desde las muchas elecciones y pocos gobiernos al conflicto catalán, todo ello tamizado de soberbio sentido del humor con donaire. El cine también estuvo reflejado en el formato. Maravilloso el gag que unía al Joker con el payaso asesino de 'It'. «Indalecio Tablaba, que IT son las iniciales», decía desde su alcantarilla. Y la suma de Fofito, el de verdad, cuchillo en mano, hizo el resto. También Unamuno estuvo presente en el show en el que acababan deteniendo a Alejandro Amenábar por serio. Las 'fake news' (nada mejor que premiar al inventor de historias con un ramo de flores al son de 'Indecente, indecente') o los 'eres' no se libraron de la sorna del maestro Mota, que orquestó un especial que merece estar enmarcado en un lugar de honor en la historia de la comedia de este país. Y con todo, seguro que habrá ofendiditos. Allá ellos.
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