Patxi Viana
Sábado, 23 de septiembre 2023, 00:35
El idilio entre Ken Follett y Vitoria-Gasteiz marca un nuevo hito con la publicación de 'La armadura de la luz'. Si el escritor galés ya se hizo merecedor de una estatua a los pies de la Catedral Vieja gasteiztarra, en la que se inspiró ... para el superventas 'Los Pilares de la Tierra', la nueva y definitiva entrega de la serie 'Kingsbridge' se desarrolla en parte en la Llanada Alavesa, escenario, en 1813, de la Batalla de Vitoria, en la que Europa se jugó su ser o no ser frente a Napoleón Bonaparte. Con su nuevo libro, Follett ofrece a Vitoria una oportunidad única para atravesar fronteras y llegar al corazón de millones de lectores, al tiempo que proporciona a la ciudad una proyección internacional de incalculable valor.
Publicidad
El capítulo que Follett dedica a la Batalla de Vitoria está centrado en las vivencias de Kit Clitheroe, oficial del Regimiento Real de Artilleros británico, uno de los destacamentos militares del bando aliado que de manera más decisiva intervino en la refriega de aquel 21 de junio de 1813. Desde la óptica del oficial británico, el novelista describe los enfrentamientos en Aríñez y Gomecha, que dieron lugar a estruendosos y mortíferos duelos de artillería, reproducidos por Ludwig van Beethoven en la célebre sinfonía que dedicó el genio alemán a la Batalla de Vitoria. En aquellos momentos el General Álava y el Duque de Wellington aunaron esfuerzos para poner en jaque a las tropas imperiales, preludiando la puntilla, dos años más tarde, en Waterloo.
Noticia relacionada
Follett acierta al señalar que una de las circunstancias que explican que la balanza se inclinara del lado aliado en la Llanada Alavesa fue el hecho de que las tropas francesas no dificultaron a sus enemigos el paso del río Zadorra, al no defender adecuadamente alguno de sus puentes.
Lo que queda claro es el deseo del autor por regresar a la ciudad con la que mantiene lazos de amistad; y lo hace aprovechando uno de los acontecimientos más trascendentales de la historia de Vitoria-Gasteiz, de la que Wellington dijo que «a ella se debe la libertad de la península y en gran parte la de toda Europa». Pero no pretende hacer una descripción completa de la misma, ni detenerse en las consecuencias que de ella se derivaron. Únicamente fija su atención en una de las señas de identidad de las guerras napoleónicas, la artillería. El mundo de los cañones le permite avanzar en el relato haciendo una descripción bastante exhaustiva de los cañones británicos. Los conocimientos tan precisos que incluye en la novela los toma de los documentos del teniente coronel Alexander Dickson del Real Cuerpo de Artillería Británica que estuvo a las órdenes del Duque de Wellington en la Guerra Peninsular desde 1809 a 1814. Los datos que recoge le permiten describir el largo recorrido que los trenes de artillería inician en Ciudad Rodrigo y, tras pasar, como dice Follett, por «arenales en los que las ruedas se hundían demasiado», llegan a Vitoria persiguiendo al enemigo. Otro autor que posiblemente haya podido servirle como fuente de inspiración es el artillero Augusto Simón Frazae, que en sus cartas describe la importancia que tuvo la artillería en el avance del ejército aliado por la zona de Ariñez y Gomecha hasta avistar la ciudad de Vitoria desde los altos de Armentia.
Publicidad
Pero no todo es artillería en el capítulo que estamos comentado. El autor lo ha ido enriqueciendo con diferentes términos cargados de significado a los que merece la pena prestarles atención. Es el caso de las mujeres que, acompañando a sus maridos, fueron parte importante de ese ejército porque cumplían «funciones de gran utilidad». El caso más curioso fue el de la extremeña Juana García Gómez (Lady Smith) que apareció en el periódico madrileño 'El Liberal' en abril de 1900. Se había casado en Badajoz con el capitán Henry Smith del que se había enamorado. Vivía feliz la pareja hasta que, en la batalla de Vitoria, mal herido, fue abandonado en el campo de batalla. Su mujer, que lo amaba con locura, lo buscó entre los muertos durante toda la noche y parte del día siguiente. Al final lo encontró vivo, pero en un estado gravísimo. «Sanó gracias a los cuidados de su esposa». Más tarde se fueron a vivir a «África del Sur».
Noticia relacionada
Josemi Benítez
Ken Follett no habrá sido el único galés de renombre en haberse hecho eco de la Batalla de Vitoria ante un público internacional. En julio de 1869, el por aquel entonces reportero del 'New York Herald' Henry Morton Stanley (nacido en Denbigh, País de Gales) se desplazó a la ribera del Zadorra atraído por el escenario de la decisiva batalla. «De los miles de combatientes -preclaros y humildes, generales y soldados rasos- que perdieron la vida aquel terrible día -informó Stanley-, ni siquiera existe un memorial, un montículo, tumba o lápida que recuerde el lugar donde cayeron ¡Vaya una gloria! Pero las purpúreas colinas, el turbio río y la risueña llanura que contemplaron la gran batalla y escucharon el estruendo de doscientas piezas de artillería siguen ahí, existen aún, dejando constancia de la insignificancia del morir». Si el reportero Stanley -llamado a encontrar, dos años más tarde de escribir esas líneas, al Dr. Livingstone en la selva africana- regresara hoy a Vitoria, sin duda disfrutaría con la contemplación del monumento a la célebre batalla que, desde 1917, forma parte de las señas de identidad de la capital, en su privilegiada ubicación de la Plaza de la Virgen Blanca. Un monumento que ha sufrido el deterioro propio del paso del tiempo, por lo que pide a gritos ser restaurado y recibir el reconocimiento de Bien de Interés Cultural a fin de que la preservación de la memoria colectiva no dependa sólo de iniciativas puntuales como la del celebrado superventas Follett.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.