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El Bono Cultural Joven es como una tarjeta prepago para chavales y chavalas de 18 años, cargada con 400 euros que deben gastarse en experiencias y productos culturales en soporte físico o digital. «En España tenemos 500.000 potenciales beneficiarios con hambre de cultura», subrayaba ... el ministro de Cultura, Miquel Iceta, cuando se lanzó la iniciativa el 25 de julio. El plazo para adquirir el bono termina el 15 de octubre y, una vez conseguida, se dispone de un año para usarla. Se calcula que el presupuesto invertido podría llegar en Bizkaia a 4.372.000 euros en el caso de que todos los nacidos en 2004 (10.930 jóvenes) solicitaran el bono. De momento, no obstante, el éxito es nulo en el territorio histórico.
Teatro Arriaga
Han pasado seis semanas desde su lanzamiento y no se aprecia un uso significativo de esta tarjeta prepago en el sector. En el Palacio Euskalduna, por ejemplo, que tiene ahora en cartelera el espectáculo 'The Hole X', no se ha visto a ningún aficionado de 18 años con el bono en taquilla. Y en el Museo Bellas Artes, que actualmente acoge una exposición de carteles de Milton Glaser con gancho para los más jóvenes, tampoco ha aparecido ningún portador.
Más allá de la posible falta de interés por obtenerlo, todo apunta a que los trámites digitales -para conseguir el bono y también para darse de alta como entidad cultural que acepta su uso- están ralentizando la puesta en marcha de la iniciativa. Los errores informáticos en la web del Ministerio de Cultura, donde hay que apuntarse, han sido frecuentes en agosto y, además, la resolución administrativa definitiva se está retrasando más de un mes. De momento no parece que vaya a cambiar el panorama.
Kepa Torrealdai
Presidente de la Asociación de Libreros de Bizkaia
Un ejemplo claro de la debacle es el Teatro Arriaga, que cuenta con un público fiel y con un rango de edad muy amplio. No solo nadie de 18 años se ha acercado a comprar una entrada mediante el bono cultural, sino que todavía ni siquiera ha podido darse de alta el propio coliseo. «Solicitamos la adhesión el 26 de julio y la petición sigue en revisión. Es decir, oficialmente no nos han activado. Si alguien quisiera usar la tarjeta en nuestras taquillas, no podríamos aceptarla», explican fuentes del Arriaga. Hasta ahora el único dato que ha facilitado el Gobierno de Pedro Sánchez se limita al de los 180.000 jóvenes españoles que a mediados de agosto se habían registrado en la web bonoculturajoven.gob.es.
Queda la duda de si todos estos chicos y chicas ya pueden utilizar el bono. Falta, además, un desglose por comunidades autónomas y no parece que vaya a suministrarse en breve. La Delegación de Gobierno en el País Vasco no dispone del cómputo de solicitantes, a pesar de haber requerido esa información en repetidas ocasiones al Ministerio de Cultura. Los más optimistas, como Kepa Torrealdai, presidente de la Asociación de Libreros de Bizkaia, piensan, no obstante, que «todavía es muy pronto para pedir resultados, hay que esperar un par de meses para que todo esto se ponga en marcha». No le consta que por ahora nadie haya usado la tarjeta en las librerías Elkar «y, además, aún se están confirmando las altas en las empresas».
Guggenheim
El final de las vacaciones podría actuar como revulsivo. El bono tiene por objetivo fomentar el consumo cultural y también diversificarlo. Es decir, los 400 euros no han de gastarse en un único tipo de producto. La mitad debe destinarse al disfrute de las artes en vivo y los museos; los otros 200 euros se dividen entre la compra de bienes en soporte físico (como libros y DVD, excluyendo el material escolar) y el consumo digital o en línea (e-books y podcasts, entre otros).
A mediados de octubre termina el plazo de solicitud del bono, por lo que no se descarta que para entonces se experimente un acelerón en las peticiones y, además, las incidencias técnicas probablemente se hayan superado. Algo que de todas maneras no afectará demasiado a instituciones como el Guggenheim, «porque no somos el tipo de centro al que la gente va con estas tarjetas», reconocen desde el museo. En el coloso de titanio «la herramienta subvencionada con más aplicación es el carné de Amigos del Museo».
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400euros en total. La mitad se destinarán a las artes en vivo, patrimonio cultural y artes audiovisuales. Los otros 200 euros se dividirán entre productos culturales en soporte físico y consumo digital.
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