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'We Are The World', nosotros somos la fuerza

45 artistas se unieron en 1985 para grabar la canción benéfica más importante del pop y luchar contra otra pandemia: la hambruna en África. Es un buen momento para tararearla en los balcones

Miguel Pérez

Viernes, 27 de marzo 2020, 02:40

Existen casualidades escritas en el tiempo. La expansión del coronavirus en el mundo coincide con el trigesimoquinto aniversario de la grabación del mayor megaéxito benéfico de la Historia. 'We Are The World'. Fue el 28 de diciembre de 1985 cuando el cantante Harry Belafonte y el productor Quincy Jones consiguieron reunir en un estudio a casi medio centenar de estrellas de la música para interpretar el himno epopéyico más grande del pop contemporáneo. No hay un lugar en todo el planeta donde alguien que comience a tararear su melodía no encuentre réplica entre quienes le rodean. Ni tampoco ha habido posteriormente una reunión tan impresionante de voces como la de aquella noche: desde Michael Jackson, Tina Turner y Celine Dion hasta Paul Simon, Bruce Springsteen y Bob Dylan. Hoy, ese coro de vigorosas armonías compone un firmamento más vigente que nunca.

Compuesta por Lionel Richie y el propio Michael Jackson, 'We Are The World' surgió como arma cultural para frenar otra pandemia: la hambruna en Etiopía y otras regiones de África. Un año antes, Bob Geldof había dirigido una experiencia pionera en Reino Unido: grabar un villancico solidario bajo el auspicio de su Band Aid con la participación de David Bowie, Paul McCartney, Spandau Ballet, Ultravox, Bananarama, Status Quo y una larga lista de artistas británicos. Belafonte, veterano cantante y actor estadounidense que ha sido embajador de Unicef, activista en la lucha contra el sida en África y crítico con la política bélica de Bush en Irak (digámosolo así, un tipo que nunca figuraría en la agenda del móvil de Trump), impulsó la réplica al otro lado del Atlántico.

La idea consistió en meter en un estudio a cuántos más cantantes famosos fuera posible aprovechando la entrega anual de los Premios de la Música en Los Ángeles.

Más de uno pensó que aquello sería imposible. ¿Quiénes ejercerían de solistas? ¿A quiénes se les confinaría a una segunda línea en los coros? Hablamos de gente como Dionne Warwick, Smokey Robinson, Ray Charles, Kenny Rogers (desafortunadamente fallecido el pasado viernes), Stevie Wonder, Steve Perry... Y ahí surgió el principal ejemplo al mundo: nadie renegó de su papel. Quincy Jones, con su peculiar sentido del humor y su enorme conocimiento del medio, puso un cartel a la entrada de los A&M Recording Studios: «Dejen los egos fuera de esta puerta». Y así fue. En la canción pueden escucharse en los coros a las Pointer Sisters, Bette Midler, Bob Geldof, Lindsey Buckingham, Billy Gibbons o la familia Jackson al completo. Con la excepción de Michael, que comparte breves apariciones solistas con estrellas tan brutales como Billy Joel, Diana Ross, Al Jarreau, y Lionel Richie, el único artista que ha sabido continuar proporcionándole al tema toda su grandeza original en sus conciertos en solitario por muchas versiones que circulen sobre 'We Are The World'.

De aquella sesión queda una retahíla de anécdotas. Algunos de los 45 artistas participantes se aprendieron la canción casi sobre la marcha. No había dado tiempo a repartirla antes. Hubo otros que no llegaron a tiempo. Como hoy ante el coronavirus, se produjo la sensación colectiva de saber que estás haciendo algo bueno por los demás, por la Humanidad. Las lágrimas, los abrazos... y también el miedo. Michael Jackson se encerró en un baño porque le sobrecogía actuar al lado de tantas leyendas. Dylan sufrió un momento de pánico escénico. Kenny Rogers, con su veteranía y su enorme humanidad, tranquilizaba a todos a su alrededor. Lo mismo que Stevie Wonder. Buen rollo.

Sólo se produjo un leve instante sísmico. Bob Gelfod (ah, nuestro malhumorado irlandés favorito) se convirtió en una furia cuando observó el catering preparado en los estudios. ¿Cómo era posible esa mesa mientras se cantaba contra el hambre? Únicamente se tranquilizó cuando le informaron que nadie había gastado un dolar; toda la comida era producto de donaciones de restaurantes cercanos.

Hay que poner todo esto en contexto: Geldof logró meses antes con su villancico solidario que Bono, Sting, Tony Hadley, Boy George y los Duran Duran, entre otros grandes de la música en Reino Unido, se alimentarán durante la grabación con hamburguesas de McDonald's. Al líder de los Boomtown Ratts (que por cierto acaban de editar un nuevo y estupendo álbum) le quedaba medio año para organizar el faraónico Live Aid.

'We Are The World' se convirtió en un éxito instantáneo. Gracias a sus ingresos, la fundación USA for Africa destinó 75 millones de dólares contra el hambre y enfermedades como el ébola y el sarampión en África. Su legado ha seguido funcionando en estos 35 años. En 2010, el actor Jamie Foxx reactivó el espíritu de la organización al reunir a varias decenas de artistas (desde Barbra Streisand y Brian Wilson a Fergie y Justin Bieber) para revisitar la sesiòn original y dedicar la recaudación a los damnificados por el terremoto que asoló Haití.

Como hace 35 años, hoy es buen momento para recordar 'We Are The World'. También la Humanidad se enfrenta a una pandemia. El tema cuenta con una brevísima introducción de ligera epicidad, apenas cuatro notas, y se desparrama en una caravana de luciérnagas melódicas. Emociona la autoridad vocal de Pavarotti. El desgarro de Diana Ross. La serenidad arenosa de Willie Nelson. Escúchenla. Compartanla. Coreenla en los balcones. Y, sobre todo, sentidla. Que empape nuestros huesos. No hay miedo que no se disipe ante la belleza. «Nosotros somos el mundo (...) El mundo debe unirse porque están muriendo personas (...) Somos los responsables de hacer un día más brillante». Todos hoy somos héroes de nuestro futuro.

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