'Noelia' eleva a Nino Bravo al estrellato

Nino Bravo tenía una imagen de cantante elegante, clásica, distinta a la rupturista imperante entre las figuras del pop desarrollista de entonces, en una España que se pegaba al televisor para ver los triunfos internacionales de sus deportistas, como el logrado en febrero de 1972 por el boxeador José Legrá, de origen cubano, ante el británico Evan Armstrong en Londres. En aquella época Micky, Los Pekenikes o Mari Trini encabezaban las listas musicales.

A Nino Bravo le colocaron el sambenito de 'antiguo' y los cronistas de la época auguraban que su modo de cantar tan ampuloso, en plan bel canto pop, no triunfaría. Nonito, el desaparecido promotor, periodista y pinchadiscos gallego, reveló en su blog lo que el músico valenciano le confesaba en 1971: «Llevo escuchando este pronóstico desde que saqué mi primer disco en 1969 y de verdad que lamento mucho no dar la razón a los que así opinan. Muchos críticos musicales dijeron que no tenía nada que hacer, que jamás tendría éxito, pero no contaron con el público que estaba a mi favor y eso es lo que en realidad cuenta».

Nino Bravo, de nombre real Luis Manuel Ferri Llopis, nació en Ayelo de Malferit, Valencia, el 3 de agosto de 1944. Trabajó desde los 16 años, primero en la joyería valenciana Casa Amat y después en un restaurante del Aeropuerto de Valencia. Lo compaginaba como cantante en Los Hispánicos y Los Superson. El 66 fue a la mili, a Cartagena, a la Marina, y al licenciarse trabajó en una oficina y empezó como solista en el Festival de la Canción de La Vall d'Uixó, en 1968. Su primer manager, Miguel Siurán, le rebautizó como Nino Bravo y en 1969 fichó por cuatro años con Fonogram (propiedad de Phillips). En verano de 1969 Augusto Algueró le cedió la canción 'Te quiero, te quiero', grabada antes por Carmen Sevilla y Raphael. Fue tal la repercusión que Nino Bravo se convirtió con 25 años en un ídolo, sobre todo entre las fans.

El triunfo absoluto llegó con el tercer disco, 'Un beso y una flor' (1972), cuyo tema titular tuvo dos momentos de éxito: el primero, en su época, cuando se hizo célebre nada más ser editado, y el segundo, que perdura hasta ahora, a la muerte del artista, pues esta canción muchos la tomaron como una premonición por versos como este: «un beso y una flor, un te quiero, una caricia y un adiós».

El álbum, de 12 canciones, contiene tres versiones extranjeras traducidas: 'This girl is a woman now' de los estadounidenses Gary Puckett & The Union Gap; 'Look around' compuesto por el francés Francis Lai para la película 'Love Story' (tema llamado 'Para darte mi corazón' y de sonido adulto americano que podrían entonar Elvis y Tom Jones), y 'All right my love' de los británicos The New Seekers.

No obstante, las dos canciones más afamadas son 'Un beso y una flor', un clásico de bodas y karaokes incrustado en la memoria popular sobre el emigrante que se va para forjarse el futuro dejando atrás a su amada, y 'Noelia', inspirada en una bella tinerfeña Miss España 1969 y Miss Europa 1970: Genoveva Noelia Afonso Cabrera, que cuenta con una calle en su pueblo natal, Arona. Años después, Noelia se convirtió en propietaria de un complejo hotelero de 5 estrellas y precursora del turismo en el sur de Tenerife junto a su marido, el empresario catalán Santiago Puig.

Nino Bravo cuenta sus discos por hits. Ya en la cima de su carrera salió el cuarto LP, 'Mi tierra' (1972), contenedor de 'Libre', otro de sus grandes éxitos. Algo similar ocurrió con su quinto trabajo -'… y volumen 5' (1973)-, con el superventas 'América, América'. Este disco fue editado tras el fallecimiento del artista. Ocurrió en Villarrubio, Cuenca, el 16 de abril de 1973, debido a un accidente de tráfico con él al volante. Murió en la ambulancia camino del hospital. Tenía 28 años.

Hombre familiar, se había casado en abril de 1971 con María Amparo Martínez Gil y tenía una hija de 14 meses, Amparo. Su mujer estaba embarazada de su segunda hija, Eva, a la que no llegó a conocer. Más de 10.000 personas asistieron a su entierro en Valencia.