Desmontando a James Hetfield

Cuando alguien se acerca por primera vez a la música de Metallica lo primero de lo que hablan fans y entendidos es de sus riff. Estas sucesiones de notas que se repiten en alguna parte de una canción, casi siempre ejecutadas a la guitarra, son la base a partir de la que se componen la mayoría de los temas de la música rock. En el caso del grupo estadounidense, una de sus señas de identidad. James Hetfield es un maestro en esto de los riff, algo que sabe bien Gabriel León, miembro de la Orquesta Sinfónica de Bilbao. Virtuoso del contrabajo y de formación clásica, es un fan absoluto del rock, el metal y, claro, de Metallica.

«Sus riff son muy reconocibles. No son largos sino pequeñas píldoras a partir de las que crean la canción», describe. Seguidor de todo el material audiovisual de la banda sabe que esa línea melódica, «que puede durar nada, dos compases, es suficiente para desarrollar un tema de 7 minutos». Y Hetfield ha creado su marca personal. «No hay mejor desarrollador de riff en el rock metal actual que él». Pero, ¿qué le distingue? La respuesta de León es clara: «El talento».

Sin embargo, por muy «magistrales» que sean esos compases creados por la inquieta mente del cantante y guitarrista ninguna banda sobrevive 40 años sobre los escenarios solo por ellos. El contrabajista de la BOS apunta que la clave es el resto del grupo y el trabajo. «James suele presentar el riff a Lars Ulrich y él lo sigue con la batería, luego entran el resto. Pueden estar horas probando hasta encontrar la melodía completa. Talento y trabajo van de la mano», detalla.

Admite que quizás haya bandas que «técnicamente sean mejores, incluso en los riff», pero eso no les quita valor. «Ahí están, incombustibles, llenando estadios. Es un gran mérito». Y eso que su dilatada trayectoria ha tenido algunos giros que a los fans no les gustaron. Pasó en 1991, cuando el grupo presentó su disco homónimo, conocido como 'The Black Album' por su famosa portada toda en negro. «Se 'popizaron'», describe León que también se declara fan del LP. «Les hizo conocidos en todo el mundo y tras él regresaron a su estilo metalero», defiende antes de admitir que una de sus canciones favoritas de la banda está en ese disco: 'My friend of misery', que cómo no, arranca con un riff antológico (en este caso al bajo) que arrastra al resto. «Ya solo el título, 'mi amiga la miseria'...buah».

James Hetfield es hijo de una cantante de ópera, que entre otras cosas –incluidos traumas varios ya ella y su marido, con problemas de alcoholismo, pertenecían a una especie de secta religiosa– le legó una voz indudablemente característica. Lo sabe Marta Ubieta, soprano en la Sociedad Coral de Bilbao y profesora de técnica vocal, que analiza el aparato fonador del músico para ELCORREO «desde mi humilde opinión personal», recalca.

«Tiene una voz más limpia que otros cantantes de metal o heavy. Se nota sobre todo en las baladas como 'Nothing else matters' donde no rasga tanto. En este tema se ve que es un cantante con registros distintos y versátil», explica. Eso no quita que como otros del género, tire de los agudos, el vibrato, una oscilación regular de la voz que se utiliza para añadir expresión al canto, y la voz rasgada.

«Generalmente los metaleros sacan estos efectos como de canto roto que a priori piensas ¿cómo pueden mantener durante tanto tiempo esa voz rasgada en tonos tan agudos?». Ubieta asegura que es precisamente ahí donde se ve que Hetfield y otros de su estilo desarrollan «un trabajo de técnica vocal y respiratorio tremendo aunque a muchos les sorpresa».

– ¡Vamos, que no gritan sin más?

– Para nada. Son voces que se realizan con estructuras del aparato fonador que no tienen nada que ver con las cuerdas vocales. Los efectos se producen con lo que nosotros llamamos cuerdas falsas o bandas ventriculares. Son cosas que los cantantes líricos pretendemos evitar a toda costa. Nosotros intentamos emitir la voz lo más limpia y pura posible, pero para mí es muy interesante ver cómo es este otro tipo de técnica vocal.

Marta Ubieta se reconoce como una consumidora muy ocasional de música que no sea clásica. «No salgo de ese registro más que cuando voy en coche con mi marido, que le gusta el heavy metal, y mi hijo. Así escuchó lo que ponen ellos». Es decir que Metallica no le era una banda desconocida antes de colaborar con este reportaje aunque ahora ha profundizado un poco más en ellos. La soprano cuenta una de las cosas que le gustan del cantante de estadounidense es «que tiene una forma de cantar y expresar muy particular». «Estos días, escuchándolos más, me he enganchado un poco la verdad. Igual hasta me animo a ir al concierto de San Mamés».

«Yo soy de los críticos con ellos pero reconozco su valor. Las bandas de esa época que han sobresalido y permanecido es porque tienen algo y no solo marketing». La valoración corresponde a Ibon Larrañaga, productor musical (Rock Izar Records) que también destaca que uno de los grandes logros de la banda, y por ende de James Hetfield, es que «la gran influencia que han tenido en otros músicos», algo en lo que coincide con el músico y también productor, Carlos Creator. «Han sido referencia para muchas bandas del País Vasco», destaca el bilbaíno.

La carrera del grupo tiene sus momentos malos. Larrañaga habla incluso de graves errores de los que James Hetfield también participa. «Destruyeron el disco 'And Justice For All' porque querían bajar el volumen del bajo; el sonido es desastroso en 'St. Anger' y también en 'Death Magnetic'», enumera. Por no hablar, claro, de los conciertos que se llevó por delante el alcoholismo del vocalista. A pesar de todo «ellos han seguido adelante».

«Surgen en los 80 cuando el metal y el heavy viraban hacia lo glamuroso, sofisticado y virtuoso. Pero ellos rompen con eso y hacen un metal más ruidoso, tosco, agresivo, algo que luego marcó todo el metal posterior», describe el productor vizcaíno para quien la clave del éxito es Hetfield. «No destaca como músico ni como cantante. Tiene una voz poderosa, pero con un bonito y agradable timbre que ha llegado al gran público. Como guitarrista tampoco despunta pero sus riff tan poderosos lo hacen más importante que por ejemplo su compañero Kirk Hammet que es el solista a la guitarra. Es Hetfield el que le da el toque característico a Metallica».

La figura de James Hetfiel sobre el escenario, con la guitarra firmemente agarrada, las piernas separadas y bien plantadas es una imagen icónica. Ni el paso del tiempo, ni los excesos le han restado poderío a este hombre que el próximo 3 de agosto cumplirá 59 años y que, como muchos metaleros, ha hecho del negro el color de casi todos sus looks para actuar. Al menos en los últimos tiempos, porque como casi todos los seres humanos, el estilo del líder de Metallica también ha evolucionado, como bien explica Patricia Bustillo, desde la tienda Keep On Rockin' de Bilbao, expertos en música y moda rock.

«Al contrario de otros rockeros, como Lemmy Kilmister, Hetfield no tiene algo personal o muy llamativo, pero el tío sabe vertir», elogia Bustillo que destaca los cambios en cuanto estilismo que ha experimentado el músico. «Al principio, cuando el grupo era más trash metal, lucía melena heavys, cardados, lucían los típicos cinturones de balas, tachuelas. Luego se volvió más sobrio», describe. El pelo se fue recortando y perdiendo volumen, la perilla pasó de descuidada a elegante y los complementos desaparecieron casi por completo.

«Desde hace un tiempo ha empezado a introducir los tatuajes, saca chalecos con parches, pulseras de cuero rockeras, cinturones de balas o tachuelas pero nada excesivo», detalla. Hetfield aparece repeinado e impecable con sus ajustados vaqueros negros. Es como si su look hubiese madurado. «Lleva toques metal, detalles, pero ahora mismo el suyo es un estilo muy estudiado. No se pone cualquier cosa».