«Lo que está claro es que va a ser diferente y no como lo conocíamos». La frase del presidente del Festival de Jazz de Vitoria, Iñigo Zárate, la suscribe todo el sector musical sin dejar de ser una evidencia. Nadie, ni los propios organizadores ... de eventos ni los artistas, puede adivinar cuáles serán las restricciones en verano que condicionarán la celebración (o no) de grandes festivales. Lo que está claro es que esa estampa del público codo con codo, saltando en el estribillo, está lejos de volver en unos meses. El propio festival vitoriano por el que han pasado estrellas como Ella Fitzgerald o Dizzy Gillespie avanzó la semana pasada que su 44 edición se celebrará del 15 al 18 de julio. Era un anuncio peculiar, ya que no desvelaba ni el recinto ni tampoco avanzaba un cartel con los artistas más destacados como era habitual.
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«Todas las programaciones están en el aire», cuenta Lander Zalakain, batería del grupo Belako. La banda de Mungia es uno de los referentes de la escena del rock alternativo y una de las más reclamadas en festivales. ¿A cuántos acudirán este 2021? «Tenemos 15 festivales aplazados desde el año pasado y no acaban de confirmar, aplazar o suspender definitivamente», desliza. «Todo el mundo intuye que de haber eventos o festivales serán con otros aforos y con la gente sentada, pero no lo sabemos nosotros, y creo que no lo sabe la mayoría de la gente que organiza conciertos».
Y es que depende de las restricciones de movilidad, aforos del momento, toque de queda... Y, al mismo tiempo, del ritmo de vacunación. Por ello, tanto las empresas que llevan a cabo estos grandes eventos como promotores y bandas aguardan hasta que pase la tercera ola para tener más detalles de cara a verano y afinar su celebración. Los eventos más avanzados son, por lo general, grandes festivales que decidieron mantener parte del cartel con bandas que no pudieron actuar el año pasado. En el País Vasco, dos de los más señeros, el Azkena Rock de Vitoria -atraía a cerca de 20.000 espectadores diarios- y el BBK Live de Bilbao -casi 40.000 por jornada- mantienen a la venta sus abonos entradas para ver a iconos como Iggy Pop y Bad Bunny, respectivamente. El ritmo de venta es «mucho más lento, pero la mayoría ha mantenido la entrada para la edición de este año», asegura la promotora Last Tour, organizadora de ambos eventos. «Estamos trabajando en la edición de 2021. Somos flexibles, muy ágiles y estamos preparados para adaptarnos a las medidas que sean necesarias para celebrar el festival de una manera segura», afirma Eva Castillo, directora de comunicación de la promotora vasca.
Sin embargo, la restricción actual en el País Vasco de 400 espectadores es inviable costear siquiera el caché de las bandas. A la espera de una normativa que despeje las condiciones para llevar a cabo estos eventos, ningún festival se moja a hablar de cancelación, a pesar de las serias dudas que se plantean. Por el mapa de España aparecen grandes citas como el Mad Cool (Madrid), Cruïlla (Barcelona) o Weekend Beach (Málaga), todos con varios escenarios, presencia de bandas internacionales, y entradas a la venta en las que incluso se ofrecen ofertas de camping.
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¿Se plantean el formato? «Weekend Beach (30.000 asistentes por día) no puede celebrarse en un formato más reducido. Estamos hablando de más de 85 artistas que hacen inviable que se pueda celebrar para un aforo menor. Llegado el momento se tomará la decisión que se estime oportuna», comenta Fátima Rodríguez, directora artística del programa malagueño. «Lo más importante es que el público esté seguro y se lleve a cabo cumpliendo la normativa. Pero el problema es que no llegan esas medidas. A día de hoy no hay ningún planteamiento al respecto». A falta de éstas hay pistas para intuir que la mayoría de estos grandes conciertos tendrán que suspenderse. El grupo Izal, por ejemplo, ha cancelado esta misma semana su gira ante la imposibilidad de «realizar conciertos en grandes recintos tal y como se planificaron en su día». Uno de los recintos era el Wizink Center, donde unas 5.000 personas asistieron a las puertas de Navidad a ver a Raphael en un concierto que provocó un gran malestar, a pesar de que el público permanecía separado por dos butacas entre sí y con mascarilla.
Los tiempos han cambiado en la industria musical. Las giras de los grupos se cerraban con más de un año de antelación. «Ahora vamos mes a mes», señala Luis Gómez, de la agencia de producción Black Izar, que tiene en su agenda a Quique González, El Drogas o La Maravillosa Orquesta del Alcohol, una banda que ha llegado a actuar en 24 festivales en un verano y no tiene «nada cerrado» este año. «Todo está muy parado y la sensación es que los festivales que se lleven a cabo serán similares al verano pasado con un formato reducido».
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Otros grupos como los madrileños Morgan, deslumbrantes en la última edición del Azkena Rock, han decidido recluirse en el trabajo de estudio para grabar un nuevo álbum. «La pandemia ha retrasado una serie de conciertos que teníamos cerrados pero hemos aprovechado ese tiempo para componer nuevos temas, ensayar…», indican. También el grupo Moonshine Wagon trabaja 'telemáticamente' en nuevo material ante la falta de directos. «Teníamos una gira internacional desde marzo del año pasado y cancelamos todo porque nada era seguro y no se podían hacer planes a largo plazo», señala su cantante Goiatz Dutto.
Si miramos más allá de verano en el calendario tampoco se despejan las incógnitas. «Nadie se atreve a firmar contratos, ni las bandas ni los promotores. Hay contactos hechos y reservas de grupos, pero ni ellos ni nosotros queremos firmar algo sin seguridad de que no se vaya a aplazar», cuenta Iker Arroniz, organizador del Gasteiz Calling que se celebraba en noviembre en el Iradier Arena. «Estamos en un momento de espera. Tendrá que pasar marzo e incluso abril para tomar decisiones».
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Eva Castillo - Festivales Azkena y BBK Live «Somos flexibles, muy ágiles y estamos preparados para adaptarnos a las medidas necesarias para celebrar el festival de manera segura»
Paco López- Guitarrista de Morgan «La pandemia ha retrasado una serie de conciertos, pero hemos aprovechado para componer nuevos temas y ensayar»
Fátima Rodríguez - Festival Weekend Beach «Es inviable hacer un evento con 85 grupos para un aforo pequeño. El problema es que no hay un planteamiento ni llegan medidas al respecto»
Iker Arroniz - Festival Gazteiz Calling «Nadie se atreve ahora mismo a firmar contratos. Tendrá que pasar marzo para ver cómo evoluciona la situación»
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