La música es «un ámbito decisivo a la hora de configurar y definir la sensibilidad de una época», defiende Carlos Torres Vila, presidente de la Fundación y del Grupo BBVA. De ahí la trascendencia que alcanza el tradicional concierto previo a la entrega de los ... Premios Fronteras del Conocimiento, que se celebró en la noche del lunes en el Palacio Euskalduna. Fue una de esas raras ocasiones en las que el talento estaba repartido en el escenario y el patio de butacas. Y de entre todos los espectadores destacaba uno muy especial, el compositor Thomas Adès, premio este año en la categoría de música y ópera, de quien se interpretó su obra 'In Seven Days'.
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César Coca
Los galardonados por su contribución a la ciencia, el arte y la cultura recibirán este martes su premio en el mismo auditorio. Es la decimoquinta edición de los Fronteras del Conocimiento y la quinta que tiene como sede la capital vizcaína. El lunes fue el momento de que disfrutaran de una velada musical a cargo de la Euskadiko Orkestra, convertida ya en la formación asociada a este solemne evento. A la batuta, el maestro Pedro Halffter Caro y como solista al piano en la obra de Adès, el concertista ruso-estadounidense Kirill Gerstein.
El acto congregó a una amplia representación de la sociedad y la comunidad científica vasca y a personalidades que se desplazaron para la ocasión. La presidenta del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Eloísa del Pino, y el de la Fundación BBVA, Carlos Torres Vila, dieron la bienvenida a los premiados junto al alcalde, Juan Mari Aburto y el director de la Fundación BBVA, Rafael Pardo. También acudieron el Consejero de Cultura y Política Lingüística y portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria; el Delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso; la Diputada foral de Euskera, Cultura y Deporte, Lorea Bilbao; y la Diputada foral de Empleo, Inclusión Social e Igualdad, Teresa Laespada.
Además de 'In Seven Days', el programa estuvo compuesto por 'Sospiri', op. 5, una breve pieza de Edward Elgar, y la Sinfonía nº 3 'Renana', de Schumann. Thomas Adès (Londres, 52 años) ha obtenido el Fronteras del Conocimiento de Música y Ópera «por su original reinterpretación de la tradición musical occidental en un catálogo que abarca todos los géneros y por su capacidad comunicativa que conecta con públicos diversos». Nunca ha formado parte de ninguna corriente ni se ha adscrito a un estilo. Fascinado por la cultura española y el surrealismo de Dalí y Buñuel, hasta ha escrito una ópera basada en 'El ángel exterminador'.
Al comienzo del acto, un emocionante vídeo condensó la capacidad de transformación de Bilbao. De la ciudad industrial del pasado a la urbe de servicios volcada en la cultura. Y el nuevo Bilbao que comienza a aflorar en Zorrozaurre. El recorrido concluía en el caserón sede del BBVA en San Nicolás, erigido en 1868 y que hoy acoge actividades culturales de la entidad.
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Y de Bilbao al mundo. La pantalla del Euskalduna enumeró a los 18 premiados agrupados en ocho categorías y pudimos verlos en su hábitat natural, los laboratorios, las aulas y despachos de las universidades y hasta en la sabana africana. Gente sabia que hace este mundo mejor y que entró ordenadamente en fila al auditorio del Euskalduna entre aplausos para ocupar la fila inmediatamente posterior a la de las autoridades.
Ya se podía disfrutar de 'In Seven Days' (En siete días), una alegoría musical de la creación, con guiños al relato bíblico, que hermana armonías de corte antiguo con acordes de jazz y ritmo fracturado. En la partitura de Adès se percibe, además, «un flujo soterrado» que remite al agua, origen de la vida y sustrato permanente, en palabras de Pedro Halffter. Su título alude a los primeros siete días de la creación, según se detalla en el primer libro de la Biblia, el Génesis. Musicalmente se conforma por pequeñas partículas de sonido que chocan entre sí mediante la repetición, en un estado perpetuo de cambio.
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«'In Seven Days' es una obra muy compleja y exigente, pero al mismo tiempo extremadamente bella», definía Pedro Halffter antes del concierto. «Es un gran reto dirigirla, tanto desde el punto de vista musical como humano, pues se trata de una obra de una espiritualidad muy profunda y hacerlo ante el compositor supone una gran responsabilidad. Tocarla junto a Kirill Gerstein, que la ha interpretado con él muchas veces, supone un aliciente».
Al término de la pieza, Thomas Adès subió al escenario para fundirse en un abrazo con Halffter y agradecer la labor de la Euskadiko Orkestra. A Schumann ya lo disfrutó sentado entre sabios.
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