Crítica de 'Indiana Jones y el dial del destino' (2023): Una digna despedida

Sin duda, pueden prescindir de 'Indiana Jones y el dial del destino' porque desaprovecha malamente varios personajes secundarios a los que no da aire (Antonio Banderas de buzo, Shaunette Renée Wilson como agente de la CIA, el niño Ethann Isidore). Claro que así se perderán la secuencia muy emotiva del final, y la portentosa química entre Indiana y otra mujer de armas tomar, su ahijada Helena (Phoebe Waller-Bridge). Y se quedarán sin el atinado acercamiento de James Mangold a la figura de Indiana. Harrison Ford es el héroe valiente y sufridor de siempre pero más baqueteado por la vida. La dureza del paso del tiempo y la sensación de que «este es un mundo al que ya no importamos» conviven con el eterno espíritu juguetón.

'Indiana Jones y el dial del destino' acaso no sea un peliculón y le sobre un poco de metraje, pero es un más que digno homenaje y un respetuoso adiós a un personaje del que en la cuarta película de la saga, la olvidable del 'reino de la calavera de cristal', no nos despedimos como merecía. Disfrutemos con una película con «demasiados nazis», no demasiados bichos y ese 'paparapa' que al mismo tiempo nos rejuvenece y nos envejece.