Eneko Sagardoy pasa a la acción

«Me lo pedía el cuerpo», justifica. «Es como si en mi carrera me faltaran las luces largas, prefiero ir despacio, viendo los paisajes que recorro. Me sentía valiente para hacerlo y lo he hecho». La escueta y sugerente sinopsis de 'Betiko gaua', escrito por Sagardoy junto a Nerea Ibarzabal, ocupa una línea: una mujer persigue a otra por la carretera. Su autor se anima a dar más pistas. Una joven que conduce con las ventanillas bajadas sin que parezca molestarle el viento adelanta a una mujer mayor que ella, que conduce un coche de alquiler. Al reconocerla, va tras ella hasta alcanzarla en una gasolinera.

¿Referencias para adivinar el tono del corto? «'Fargo' de los Coen, por sus personajes solitarios y diálogos absurdos y surrealistas. 'Drive' y 'Ghost Tropic', una película mínima sobre una mujer que pierde el metro y tiene que arreglárselas para llegar a casa. Me gusta que la noche pase de protectora a amenazante», enumera Sagardoy, que este fin de semana hizo una pausa en el montaje del filme para entregar el Goya a la dirección artística en Sevilla. El próximo 24 de febrero le veremos en los cines convertido en un 'Conan' vasco en 'Irati', de Paul Urkijo. Al igual que ella, 'Betiko gaua' se ha rodado en euskera y en la Montaña Alavesa.

«Ya conocía esta llanura rodeada de montañas gracias a 'Errementari'», descubre. «Quería un entorno rural sin referencias de edificaciones y ciudades, algo árido y atemporal». El juego con el tiempo es esencial en esta «road movie encapsulada», según su autor, que tiene partes de drama, thriller y terror. «Y con Elena Irureta resulta inevitable que aparezca ese humor suyo tan característico y soterrado». Casi toda la acción transcurre de noche. «En la noche somos más valientes y menos racionales», constata.

Eneko Sagardoy ha gozado dirigiendo a Elena Irureta y Miren Gaztañaga. «Las admiro como actrices y son amigas. Me lo han puesto muy fácil y han sido muy obedientes y generosas». 'Betiko gaua' es el cuarto corto de la productora Sumendi, que el Gorka de 'Patria' tiene con su hermano gemelo Ander. «No me he cansado de actuar, pero ya son once años rodando», reflexiona. «He elegido el trabajo de director, pero también me hubiera encantado probar como script, ayudante de dirección, vestuario... Cada vez tengo más en cuenta todos los gremios para apoyarme en ellos en mi trabajo. Me viene del teatro».

Sagardoy, que comparte representante con Penélope Cruz, sentía la necesidad «de quitarme delante de la cámara». «El estrés y la energía ahora son muy distintos. Estás más ocupado mentalmente, pero se está más fresco en la sombra. Ya no tengo que cambiar mi estado emocional para llegar a lo que me piden». Jon Garaño y Aitor Arregi, los directores de 'Handia', le han servido de inspiración. «Trabajan dialogando con todos. Tilda Swinton dice que una película es una hoja que cae de las conversaciones que se mantienen durante el rodaje. Me gustaría haber heredado algo de ellos. De Paul Urkijo me quedo con disfrutar genuinamente al contar una historia. Y de Koldo Almandoz con la duda, el no tener las cosas claras en un rodaje, algo siempre fructífero para una película».

El montaje de 'Betiko gaua' coincide con el estreno de 'Irati', una fantasía épica inspirada en la mitología vasca para la que ganó siete kilos de masa muscular en el gimnasio y pasó tres meses entrenándose en la lucha con espada. «'Irati' ha tenido cuatro premios del público en cuatro festivales. Conectar con el espectador hoy en día me parece dificilísimo. Y mantener vivas las historias que se han transmitido oralmente me emociona».