Anna Castillo retrata la violencia de género en 'Girasoles silvestres'

El director catalán, con su forma habitual de rodar directa y con abundancia de planos fijos, reflexiona sobre la búsqueda y la necesidad de amor, pero también sobre el aprendizaje y la madurez. Para ello recurre a Julia, una joven madre de dos niños, que se enamora de Óscar, con el que comienza una relación. A medida que pasa el tiempo, los celos y la violencia entran en escena y la vida de la protagonista toma otros derroteros con otras parejas.

Si algo ha querido Rosales es «alejar a su protagonista de ser una víctima», y la describe como «una mujer fuerte, resistente a las dificultades, que busca soluciones ante los golpes de la vida. Es un personaje que aprende. Si le fallan, pasa a otra cosa».

Rosales busca que el público empatice con su trabajo porque «las películas son bonitas cuando el espectador ve en ellas algo de su biografía y se reconoce».

Anna Castillo es Julia, una joven a la que gusta estar emparejada, aunque no siempre se une a las personas convenientes. La actriz barcelonesa, nacida en el mismo barrio donde se rodaron muchas de las escenas de 'Girasoles silvestres', entiende perfectamente a la protagonista porque «yo he visto muchas así». Se refiere «a chicas muy jóvenes, que viven en un sistema muy patriarcal, que tienen masculinidades tóxicas a su alrededor y que navega como pueden esos mares muy complicados».

Castillo, ganadora de un Goya por 'El olivo', señala que su Julia «es una mujer de las que apartan sus necesidades por sus hijos. Yo, de un tiempo a esta parte, estoy entendiendo que hay otro tipo de maternidad más feminista».

Tres hombres, reflejo de distintas formas de masculinidad, pasan por su vida. El primero de ellos es Óscar, un macarra recién salido de la cárcel. Oriol Pla, su intérprete, llegó durante el rodaje a momentos de tal intensidad que incluso el director y algún compañero llegaron a pasar miedo. «Interiorizó tanto el papel de este troglodita arcaíco que lo llevaba puesto todo el rato en el set», explicó Rosales.

Pla, que ya colaboró con el director en 'Petra' y fue el primero en entrar en el proyecto, confirma las palabras del realizador «que nos anima a construir el personaje desde nosotros mismos y nos deja llegar muy lejos, aunque siempre dentro de los límites». Los otros dos protagonistas masculinos son un ex marido con buenas intenciones pero falto de madurez para asumir responsabilidades, encarnado por Quim Àvila, y una última pareja, a la que da vida Lluís Marquès, «más cercana a las nuevas masculinidades, que asume que debe implicarse y ceder».