La Azoka supera todas las previsiones

Es más, la afluencia de estudiantes ha sido tal que se han formado colas en los accesos del recinto principal. Hay que tener en cuenta que los aforos de Landako Gunea se limitaron con la pandemia y la capacidad en las últimas ediciones es menor para garantizar una visita sin aglomeraciones por todos los puestos de la feria.

Pasadas las 10h de la mañana ha arrancado la 59 edición de la azoka que este año se celebra bajo el lema «Hartzea ematea da» (Recibir es dar). La producción que se expone en los stands alcanza las 1000 novedades, en un total de 274 expositores. Más allá, las actividades culturales que completan el evento serán unas 200 en esta ocasión.

Entre los principales autores está Toti Martínez de Lezea, una veterana del evento en el que es raro que no firme su última novedad. Este año llega con 'L'Arratien', en el que ha probado un camino «diferente» y se ha acercado más a la «novela social». Según explica a EL CORREO, ha querido abordar la vida de Mundaka y alrededores a través de un bar ficticio en el que los protagonistas se encuentran «y cuentan historias cotidianas del día a día».

«Abordo desde el tema de los alquileres asfixiantes, de las personas que no se pueden jubilar, de los jóvenes que no pueden hacer un proyecto de vida… E incluso del Guggenheim que quieren hacer en Urdaibai», explica la autora alavesa, que ha escrito un libro tan actual «que iba escribiéndolo antes de que llegaran en la vida real las fechas en las que transcurre la historia. «Lo mío en vez de realismo mágico es realismo real», bromea.

Para el mundo editorial en general es una fecha marcada en rojo la de la Azoka, con decenas de proyectos de todo tamaño ocupando los stands. Entre ellos, la editorial bilbaína Consonni, que en esta ocasión presenta como novedad destacada la primera traducción al euskera de 'Tiempo de cerezas', de la autora catalana Montserrat Roig, «una escritora pionera y feminista» que escribió esta brillante novela en 1976.

Más allá, sobresalen en su catálogo 'Sueños y vasijas', de la periodista June Fernández, o la reciente traducción al castellano de 'Bar Gloria', de Nerea Ibarzabal. También hay sitio para las editoriales especializadas, con un fuerte tirón de las que apuestan por los libros de montaña, rutas, senderismo y viajes.

Pero lo que ha desatado la verdadera locura entre el público joven han sido los músicos euskaldunes como Izaro, ETS, Zetak, Bulego o Esti Markez, todos ellos referentes de una generación de artistas jóvenes que cosechan éxito tras éxito con sus trabajos discográficos y que aprovechan la Azoka para presentar sus novedades y estrechar el contacto con sus numerosos seguidores.

Entre ellos estaban Eider y Paula, estudiantes de secundaria en Eibar, que iban buscando el autógrafo y la foto con Izaro, que presentaba su disco navideño, 'Izaro gabonetan'. En el stand de al lado, Esti Markez, entre firma y firma, contaba a este diario que llega «con mucha ilusión» a esta edición de la Azoka, ya que trae bajo el brazo su último LP, 'Atenporala', y destacaba la «gran cantidad de creadores» que se dan cita en Durango, celebrando que hay una nueva hornada de músicos «con mucha presencia de mujeres» que están reinventado la escena euskaldun.

Algo más tranquilo ha sido el ambiente por la tarde en el recinto donde, ya sin tanto autobús de estudiantes por la zona y con algo menos de afluencia, ha sido más fácil recorrer los stands musicales, donde también se encuentran propuestas más alternativas o menos conocidas.

Entre ellas, la de Izena, banda formada por los bilbaínos Eneko Llona e Iván Gómez, con su flamante vinilo de debut, de título 'Identikatea'. En el stand de Pop Urri, dedicado a bandas emergentes, describen su LP como una colección de «canciones con mensaje», que llaman al oyente a detenerse para poner en valor la música y las letras, sin el ruido que a veces rodea a la cultura. Los temas de este trabajo exploran así «cuestiones como la identidad humana, por qué uno es cómo es y cómo se desarrolla el individuo». Ahí estarán firmando durante los tres días restantes junto a otras bandas prometedoras de una escena euskaldun rica en propuestas y estilos.