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El patronato del Guggenheim ha aprobado su lista de exposiciones para el año que viene. Destaca la que se celebrará en verano con la obra ... del japonés Yoshimoto Nara (1959), muy cotizado, muy popular y muy visible en su país por su militancia ecologista y por sus imágenes de niñas (las 'Nara Girls') en cuadros, camisetas y otros soportes. Por cercanía y porque es su primera exposición en un museo de envergadura, la expectación se centra también en la escultora June Crespo (1982), que presentará a partir del 1 de marzo su obra con el título de 'Vascular'. Se une así al reducido grupo de artistas vascos con una muestra individual en el museo, como Cristina Iglesias, Esther Ferrer y Pello Irazu.
El año expositivo 2024 comenzará el 9 de febrero con el arte pobre (o 'povera') del italiano Giovanni Anselmo (1934), uno de los grandes representantes de este movimiento que desechó los materiales específicos de la creación plástica y los abrió a la complejidad de la vida real. Bloques de granito, hojas de lechuga, una esponja, papeles de gran formato, espejos, planchas de metacrilato, arenas, cuerdas, troncos de madera y cables de hierro son algunos elementos que se suelen encontrar en sus exposiciones. El patronato del Guggenheim ya había contemplado antes esta muestra, que por fin tiene fecha.
Le seguirá la titulada 'Símbolos y objetos. Arte Pop en la colección Guggenheim', con día de estreno en el 16 de febrero. Y luego vendrá, a partir del 1 de marzo, la dedicada a June Crespo. Es una de grandes revelaciones del arte vasco de los últimos tiempos, en la onda post-oteiciana pero con libertad de movimientos, con presencia internacional y también muy apreciada entre los coleccionistas, como se demostró en la edición de ARCO de 2022.
La austriaca Martha Jungwirth (1940) tendrá su retrospectiva en el museo a partir del 7 de junio. Con un larga trayectoria que se inicia a comienzos de los sesenta, su obra se ha visto muy poco en España. De pincelada instintiva, próxima al expresionismo abstracto, destaca por su colorismo, patente también en las acuarelas, un medio que domina a la perfección.
La muestra del verano, la época de mayor afluencia al Guggenheim, estará dedicada Yoshimoto Nara. Es uno de los artistas de moda, de los que atrae mucha atención. Por su proximidad a la estética manga, recordará a una exposición sobre otro japonés, Takeshi Murakami, celebrada en 2009. Ambos son de la misma generación y pertenecen a la misma corriente del nuevo pop que surgió en su país en la década de los noventa.
Un día antes del 27 cumpleaños del Guggenheim, el 18 de agosto, se inaugurará la muestra sobre la artista sueca Hilma af Klint, pionera del arte abstracto que para 1906 ya había abandonado la figuración, antes que Kandinski se erigiera como primera figura del movimiento. Sus obras no fueron conocidas hasta 1986, ya que la artista ordenó que no fueran expuestas hasta al menos veinte años después de su muerte, por temor a que no fueran bien acogidas.
El Guggenheim ha vuelto a mirar qué cosas interesantes había para incorporar a su colección y ha dado con tres nombres, Lynette Yiadom-Boakye, Thomas Struth y Yayoi Kusama. Los tres son conocidos para el público del Guggenheim, lo mismo que las obras adquiridas, todas ellas mostradas en exposiciones individuales dedicadas a cada uno de ellos.
Es un práctica habitual de los museos, quedarse con alguna obra de los artistas que expone si alguna de ellas está en venta, lo que no pasa con los históricos. No son apuestas, a menos a corto plazo, ya que tanto Yiadom-Boakye, a pesar de su juventud, como Struth y Kosama tienen un nombre incontestable, y también un caché bastante alto.
Réplica sin fin
De la japonesa nonagenaria, el Guggenheim ha comprado 'Sala de espejos del infinito', la instalación donde las figuras de los espectadores se replicaban sin fin, que se vio en la planta baja en la exposición del 25 aniversario, en 2022, y luego en la tercera, donde habitualmente suelen estar obras de la colección.
Yiadom-Boakye ingresa en los fondos del museo con 'Un resplandor de agosto', cuadro también realizado en 2022. Struth aporta la serie de fotografías en las que retrata al público en los museos. Estuvo en su exposición en el Guggenheim de 2019.
El museo rompió la racha de austeridad sin compras de más de una década para celebrar su 25 aniversario. En la muestra conmemorativa se vieron los frutos de esa ruptura con las adquisiciones de 'Mar creciente' (Rising Sea) del ganés El Anatsui, un tapiz a gran escala hecho con tapones de botellas de plástico para denunciar la contaminación de las aguas marinas. También se compraron piezas de , Ellsworth Kelly, Jenny Holzer, Alyson Shotz, Alex Reynolds y Esther Ferrer. El coste de este grupo de obras alcanzó los diez millones de euros, según confirmó el director general del museo Juan Ignacio Vidarte.
Para la sala Film&Video se han anunciado, dos exposiciones. En febrero, el colectivo neerlandés Metahaven ofrecerá el poema audiovisual titulado 'La teoría del caos'. En junio se presentará la obra fílmica de Anthony McCall: Fracción de segundo'.
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