Boda de Tamara Falcó e Iñigo Onieva

Así llegaron Tamara Falcó e Iñigo Onieva al hotel tras su boda en el palacio El Rincón

Los novios han llegado de día al hotel tras la fiesta en el Palacio El Rincón, tal y como han podido captar los fotógrafos que les esperaban a las puertas del Hotel Mandarin Oriental Ritz, epicentro de todo el evento y que ya acogió la preboda el viernes.

A juzgar por las imágenes, el más perjudicado es Onieva, que ha salido del vehículo en el que llegaban con el chaqué quitado y algo descamisado. En su rostro se podía ver que la celebración ha sido todo un éxito y destacaban las gafas de sol que, a buen seguro, ocultaban sus prominentes ojeras. Y es que el amanecer en Madrid ha sido soleado y la noche, se supone, que de mucho trajín.

Más fresca se ha visto a Tamara, que ha salido del turismo muy sonriente y ha saludado a los presentes. Llevaba puesto un traje guipur blanco, entallado y de largura midi, que combinaba con unas chanclas planas de la marca Birkenstock de una tira con una gran hebilla en el empeine. ¿Era el tercer traje del enlace?

Se supone que la novia luciría por la noche dos vestidos hechos por el diseñador Wes Gordon para Carolina Herrera: el de la ceremonia religiosa, de inspiración Grace Kelly, con bordados, y el de la fiesta, que no iba a ser blanco, según informó el propio modisto.

Pero esta mañana ha sorprendido con este otro atuendo, que estaba, por ciento impecable, por lo que seguramente se lo puso al acabar los festejos para trasladarse al hotel y no revelar así ningún detalle que devalúe la exclusiva que ha firmado con Hola.

Por cierto, que poco tiempo van a poder descansar Falcó y Onieva, porque este domingo a mediodía tienen programado un almuerzo con parte de los invitados, sobre todo, con los más cercanos, para intercambiar anécdotas. Será también en el Ritz sobre las dos de la tarde.