Boda de Tamara Falcó e Iñigo Onieva
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Boda de Tamara Falcó e Iñigo Onieva
La boda de Tamara Falcó en el palacio El Rincón, una estrategia de marketing para poder mantenerloEl palacio donde se ha celebrado la boda del año es una construcción de película. Tamara Falcó le ha dado el sí quiero a Iñigo Onieva en un inmueble del siglo XIX que heredó de su padre, Carlos Falcó, fallecido durante la pandemia a ... causa del coronavirus. Pero se trata de uno de esos edificios cuyos gastos de mantenimiento son realmente importantes. Por eso, hay que rentabilizarlos de alguna manera. Así lo decía la propia aristócrata en el documental sobre su vida en Netflix titulado 'Tamara Falcó, la marquesa'.
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Una de las vías que ha encontrado para financiar todos esos gastos es convertirlo en escenario de filmes y series. En él se han rodado varias producciones, entre ellas, la producción española 'Remando al viento', con Hugh Grant en el papel de Lord Byron; de la miniserie 'El Rey', con Fernando Gil en el papel de Juan Carlos de Borbón, y la mítica 'La escopeta nacional', entre otras. También, en los últimos meses, ha acogido la grabación de la serie de TVE 'La promesa'.
El inmueble, que está en Aldea del Fresno, a 54 kilómetros de Madrid, se construyó en 1862 por orden del banquero Juan Manuel de Manzanedo y González, duque de Santoña. Durante la Guerra Civil fue tomado por los republicanos y se usó como hospital para luego pasar a ser cuartel general de Franco en 1937.
Posteriormente, se hizo con él José Mitjans y Murrieta, bisnieto del primero dueño del palacio y marido de una tía de Carlos Falcó. El padre de Tamara lo heredó al morir el matrimonio sin haber tenido hijos. Y lo convirtió en centro de reunión familiar. En él han pasado los veranos todos sus hijos, incluida Tamara, que reconoce tenerle un cariño especial por la cantidad de recuerdos infantiles que conserva en su memoria.
En su día, la finca tuvo 800 hectáreas y un viñedo, pero ahora ocupa solo 123. Cinco de ellas se dedican a jardines y patios y otras 9 al cultivo de la vid. Además del edificio principal, que tiene 5.000 metros cuadrados de tejado y 30 habitaciones, tiene una capilla y unas caballerizas. En estas últimas es donde se ha celebrado el enlace, una decisión de última hora puesto que la novia quería tener a todos sus invitados como testigos de la ceremonia y en la ermita apenas cabían los más allegados.
El cóctel de bienvenida se dio en los espectaculares jardines, donde los invitados disfrutaron del jamón de Guijuelo y los vinos y aceites de los Falcó, en un claro guiño al padre de la novia -los negocios familiares los lleva ahora Xandra tras su fallecimiento-. La cena posterior fue en la zona norte de la edificación y corrió a cargo del chef vizcaíno Eneko Atxa, que tuvo que firmar un contrato de confidencialidad que le impide revelar cualquier detalle del menú. Lo que sí se sabe es que incluía un plato de caza, un hobby que le apasionaba al difunto marqués de Griñón.
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En la zona verde también estaban los baños de lujo portátiles que los novios contrataron para evitar incomodidades a los más de 400 invitados. El Rincón es un palacio donde se puede vivir, pero en el que hay que actualizar algunas instalaciones, entre ellas, los servicios.
La de Tamara no es la primera boda famosa que se celebra allí. Julio José, se casó allí en 2012 con Charisse Verhaert, y su padre, Carlos Falcó, en 2017 con Esther Doña. Ahora, la marquesa quiere que su enlace sirva para promocionarlo y que otras parejas, con el dinero suficiente, lo alquilen como escenario de su gran día, algo que ya hizo su padre. Otra vía para insuflar dinero a una construcción que no se mantiene sola.
En febrero de este año, saltó el rumor de que Tamara Falcó había puesto a la venta el palacio El Rincón . La construcción, de gran valor sentimental para la marquesa, es un monstruo que necesita inversiones continuas para que no se deteriore. Y esta sería la principal razón para una decisión de la que no se ha vuelto a saber nada.
Lo cierto es que la aristócrata quería montar un restaurante en él cuando adquirió la parte de sus hermanos, Xandra, Duarte y Adara, pero enseguida se dio cuenta de que no iba a ser fácil. Y lo puso a la venta... para luego dar un paso atrás: el anuncio desapareció de la web de la inmobiliaria de lujo en la que estaba. el precio por hectárea era de 48.000 euros... y tiene 123, por cierto.
Ahora, la opción que maneja la también influencer es ponerlo en la órbita de las 'wedding planners' más importantes del país para que se convierta en lugar de bodas. Y qué mejor que celebrar la suya, exclusiva de por medio, para promocionarlo. Aunque si saliera un comprador, seguro que se lo pensaría: .
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