Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
En Bizkaia Dmoda recogemos cada viernes los testimonios sobre Tinder que llegan a nuestro email bizkaiadmoda@gmail.com. La última experiencia que os contamos fue la de Ángela, que aseguraba haber encontrado muchos expertos en la cama a través de esta aplicación, pero todavía ningún ... chico especial con el que comprometerse. Hoy traemos la historia de alguien que se ha propuesto tener cinco amantes a la vez, como el padre de una de sus amigas. ¿Lo habrá conseguido? Aquí su relato:
¡Busco amantes! Siento empezar tan fuerte, pero es mi objetivo actualmente y no me da vergüenza admitirlo.
Todo empezó cuando una amiga me contó que su padre había llegado a tener cinco amantes al mismo tiempo. ¡Cinco! El tipo es resultón, de pelo canoso, va al gimnasio, se cuida... pero se acerca a los sesenta años y ha llegado a tener cinco amantes. ¡Cinco!
Antes de nada, quiero dejar claro que el padre está divorciado. Y con 'amantes' me refiero a relaciones afectuosas con derecho a roce (sexo), pero sin compromiso. Por ejemplo, que no te despidas de la otra persona por WhatsApp antes de ir a dormir y no pase nada. Vamos, «follacolegas» de toda la vida.
Por poneros en contexto, no suelo ligar mucho. Principalmente, porque mi timidez me dificulta conocer gente y me hace una persona menos atractiva, por muy bello que sea mi cuerpo y muy afable que sea mi forma de ser. Conociendo mis capacidades y limitaciones, llegué a la conclusión de que cinco amantes era un número demasiado alto para mí. Así que pensé que con tener tres a la vez sería suficiente.
Comencé el año con este propósito y aún aspiro a ello, porque la verdad es que ni siquiera me he acercado a esta cifra. La primera vez que me acosté con alguien teniendo este objetivo fue tras un par de meses de búsqueda por Tinder. De repente, ¡tachán! ¡Encontre a la persona! Nos fuimos conociendo quedando una vez a la semana. Ambos sabíamos lo que no queríamos: nada de relaciones estables. Pero aun así, y puede que esto suene hipócrita por mi parte, no me hacía mucha gracia que me narrase sus otras citas y sentía que solo era un nombre de su extensa lista de ligues para tener sexo. Cuánta razón tiene el refrán: «Ojos que no ven, corazón que no siente».
Nuestra relación terminó cuando conocí a una de sus amistades, con quien me acabé besando. Lo pasé bien hasta que quiso algo más conmigo. Me gustaba físicamente y parecía interesante, pero un día se empeñó en tener sexo con penetración y, en ese momento, en plena calle, a mí no me apetecía. Intentó excitarme metiendo su mano dentro de mi pantalón hasta tocar mis genitales. Al ver que seguía sin excitarme y después de varios 'no', se marchó. Las últimas palabras que salieron de su boca fueron: «¡Te arrepentirás!».
Pasaron varias semanas, quizás un mes, hasta que volví a acostarme con alguien. Lo malo es que en este caso no era posible tener tres amantes a la vez: ella vivía en Perú y debía regresar a su país. Así que de un día para otro estábamos a más de nueve mil kilómetros de distancia. Es decir, se acabó lo de ser amantes.
Días después conocí a mi actual amante. Solemos quedar un día a la semana para charlar y, sobre todo, tener sexo, que es lo que a ambos nos apetece. No queremos una relación estable y tampoco nos contamos si conocemos a otras personas. Vive aquí y, por el momento, no me he besado con ninguna de sus amistades.
Eso sí, lo de tener tres amantes a la vez sigue en pie. Porque sí, he estado con tres personas, pero en distintos momentos del año.
Por cierto, se me ha olvidado presentarme. Me llamo Fernando, tengo 29 años y una amante.
Envíanos tu experiencia en Tinder a bizkaiadmoda@gmail.com
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.