Vecinos de Las Encartaciones alertan en las Juntas Generales del impacto de los parques eólicos en su comarca

Tres vecinos han comparecido ante la Comisión de Peticiones y Relaciones con la Ciudadanía del Parlamento foral. Lo primero que han querido remarcar es que la asociación «no está en contra de las energías renovables, pero creemos que el desarrollo masivo, sobredimensionado y sin planificar de instalaciones renovables a gran escala en ausencia de políticas efectivas de ahorro y eficiencia energética supone un grave riesgo para la conservación de la biodiversidad» en el territorio.

Durante su intervención, han esgrimido los «demoledores» informes de los técnicos de la Diputación, desfavorables a la implantación de determinados parques eólicos, como sucedió, por ejemplo, con el de Sopuerta y Arcentales. La Dirección General de Medio Ambiente emitió seis documentos desestimando el proyecto. Según se desprende del estudio de avifauna referido a este parque concreto, la instalación de los aerogeneradores tendría un impacto «crítico» para algunas especies protegidas, como el alimoche.

La Diputación tiene en estos momentos trece proyectos de este tipo encima de la mesa, pendientes del rechazo o aprobación por parte del Gobierno vasco. Desde el año 2021, cuando se aprobó la Ley de Administración Ambiental, el Ejecutivo autonómico tiene la última palabra a la hora de dar luz verde a la implantación de infraestructuras de energía renovable. La normativa le otorga la capacidad de imponer la construcción de molinos de viento o paneles solares, así como sus líneas de evacuación, incluso contra el criterio foral y municipal en base al «interés público superior».

De hecho, en los últimos años ha habido un goteo constante de declaraciones públicas en contra de estas infraestructuras por parte de los alcaldes de los municipios afectados, incluso del propio PNV. El ejemplo más reciente ha tenido lugar este mismo mes, cuando los regidores de seis localidades de Zona Minera y Las Encartaciones proclamaron su rechazo a la construcción de una línea de alta tensión de 101 kilómetros de longitud para evacuar la energía producida por 300.000 paneles solares en Álava hasta el Puerto de Bilbao.

Todos estos proyectos se están tramitando pese a no estar aprobado todavía el PTS, lo cual va «en contra de la lógica jurídica», han advertido los representantes de 'Enkarterri Bizirik Elkartea'. «La lógica del negocio y del beneficio se está imponiendo sobre la racionalidad de la planificación», han lamentado. «Hay barra libre». También consideran que debería hacerse una «cuantificación» de la energía que se necesita y que se exploren otras alternativas a los molinos y las placas solares; por ejemplo, aprovechando los «recursos hidráulicos» y reduciendo y optimizando el consumo

Por todo ello, han solicitado a las Juntas que insten al Gobierno vasco a «denegar» las autorizaciones administrativas de aquellos proyectos de parques eólicos o fotovoltaicos en los que existan informes negativos a su implantación en la ubicación propuesta.