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El incendio en el que este lunes ha fallecido una mujer en la calle Lavayru ha provocado una gran consternación y un susto mayúsculo ... en esta zona céntrica de Bilbao. El fuego ha devorado el primer piso del portal número 28, un inmueble de seis alturas, por causas que se desconocen. A la familia que reside en el segundo le ha dado tiempo a salir con lo puesto cuando les han tocado el timbre a las 8 de la mañana: «Estábamos desayunando, preparando a los críos para ir a la ikastola y para trabajar. Sin pensarlo hemos cogido a los niños y al gato y hemos bajado en pijama».
En la calle ha podido comprobar que el primer piso se estaba quemando. «Salía mucho humo negro y mucho fuego. El vecino del primero sacaba la cabeza por la ventana porque no podía respirar», ha explicado este residente. Este vecino ha explicado que los bomberos han llegado 10 minutos después de que se desataran las llamas y que han sacado al hombre por la ventana a través de una escalera.
El fuego se ha propagado tan rápido que, según ha revelado, «se ha pedido al resto de vecinos que se confinaran en sus casas hasta que se sofocase el fuego». «Ahora estamos esperando a ver qué nos dicen porque el humo sigue en las escaleras», ha contado este vecino sin saber aún los daños en su vivienda.
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Asimismo, otra vecina de un tercero, visiblemente afectada, ha relatado que los bomberos se han sacado por la ventana. «Unos trabajadores han puesto una escalera. Después nos han avisado al resto de los vecinos que estaban dentro de casa. Ahora estamos esperando a que miren la estructura de la vivienda que es de madera y hormigón».
Begoña Llonín, una trabajadora de la empresa Erreku, de asistencia de instalaciones de climatización de Euskadi que se ubica al lado del edificio afectado, ha sido testigo del inicio del fuego y también ha visto al marido de la mujer fallecida en la ventana. «Había una persona asomada pidiendo auxilio. El fuego estaba invadiendo todo. Las llamas han salido por la ventana que da a la calle Labayru. Había muchísimo fuego y muchísimo humo. Luego ya ha venido la Ertzaintza y los bomberos», ha relatado.
Por su parte, un grupo de estudiantes de Barcelona que viven justo encima del piso en el que ha ocurrido el incendio han asegurado que han vivido «momentos de mucha tensión»: «Uno de nuestros compañeros nos ha tocado la puerta para decir que saliéramos de la habitación, que había humo en el edificio. Ha sido todo muy rápido, nunca esperas que te vaya a pasar algo así», han explicado a este diario.
Extinguido el incendio, Ainara, que vive en el cuarto piso, aguarda poder volver a entrar en su casa, ver cómo está el inmueble y confirmar que su gato está bien. «Me han dicho que el humo no ha llegado tan arriba», comenta esperanzada.
Quiere destacar el papel de quienes «se liaron a timbrazos cuando estábamos todavía en la cama para que saliéramos ya porque la casa se estaba quemando». «Y menos mal -añade- porque cuando bajamos por la escalera, estaba ya llena de humo».
Ainara tuvo que ser trasladada al hospital junto a sus padres para ser atendidos por inhalacion de humo. «A mí ya me han dado el alta, pero ellos siguen todavía ahí por precaución, Pero están bien», asegura aliviada tras el «susto». «Todos los servicios de emergencia han hecho un trabajo estupendo y nos han tratado muy bien», agradece.
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