La Variante Sur Ferroviaria se encarece pero ya vislumbra el inicio de las obras

Existe cierto paralelismo entre el proyecto de la VSF y el del Tren de Alta Velocidad. Ambos son considerados estratégicos para el futuro de las comunicaciones en Euskadi y ambos acumulan un retraso descomunal. En el caso de la línea del puerto, lo primero que ha costado es concretar el recorrido alternativo que permita que los trenes de mercancías dejen de atravesar, con todo lo que eso supone de ruidos e inseguridad, los municipios de Santurtzi, Portugalete, Sestao y Barakaldo.

Tras varias revisiones, lo que se sabe por el momento es que el recorrido partirá del túnel del Serantes, una galería de cinco kilómetros que costó 50 millones y que lleva 15 años tapiada a la espera de entrar en funcionamiento. La fase I prevé la ejecución de un trazado de 12 kilómetros hasta Bilbao, donde los trenes podrán engancharse a la 'Y' vasca para avanzar hacia la meseta o hacia Santander. Este es el proyecto que está más avanzado. La fase II, aún en mantillas, plantea un desvío alternativo desde Barakaldo hasta Basauri de 10 kilómetros que en una ampliación posterior se alargará hasta Arrigorriaga para unir la VSF con la ruta del TAV sin la necesidad de que las mercancías pasen por Abando.

El reparto de funciones de las instituciones implicadas en este proyecto también es intrincado. La obra depende del Gobierno central, pero, con el objetivo de acelerar las labores, en 2017 cedió al Ejecutivo autonómico el diseño y la realización de la fase I y el diseño de la II. Y en esas seguimos casi siete años después de firmarse la encomienda.

La novedad es que el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ultima ya el estudio informativo del tramo Santurtzi-Bilbao después de recibir el visto bueno medioambiental en abril. En cuanto sea aprobado dará comienzo la fase de obras. Pero antes el Ejecutivo vasco deberá definir el proyecto constructivo. Los técnicos de ETS vienen trabajando desde hace tiempo en el documento que fijará al detalle el trazado de la VSF, labores que está desarrollando en paralelo a la vía administrativa que no acaba de cerrarse en Madrid.

Portavoces de ETS confirmaron ayer que su trabajo también ha entrado en la recta final. «A finales de año o principios del próximo» podría iniciarse la licitación de las obras. El proceso dura de media unos cinco meses, así que a partir de ahí es cuando las excavadoras podrían empezar a dar forma a la VSF. Eso, recalcan las mismas fuentes, si para entonces el Gobierno central tiene aprobado el estudio informativo y no se ha producido alguna vicisitud «externa» que obligue a echar el freno nuevamente.

Por hacerse una idea del ritmo al que avanzan las cosas en este proyecto, el Gobierno vasco aprobó el pasado día 4 la sexta modificación de la encomienda de gestión que le llegó desde Madrid hace siete años. Se trata de un trámite ya que la autorización del Ejecutivo central tiene una duración de cuatro años y prácticamente cada ejercicio desde su firma ha habido que prorrogarla.

La última modificación fue publicada ayer en el Boletín Oficial del País Vasco y, según el cronograma que lleva incorporado, las obras de la fase I no acabarán antes de 2027. El horizonte no es realista. Es probable que las labores se alarguen más en el tiempo pero, como se ha dicho anteriormente, las prórrogas aplicables a la encomienda de gestión tienen un tope de cuatro años, así que tocará extenderla de nuevo más adelante.

El documento también habla del coste del proyecto. Se trata de un dinero que está adelantando el Gobierno vasco y posteriormente detrae del Cupo que entrega anualmente al Estado. Un protocolo idéntico al que se ha seguido para ejecutar el trazado guipuzcoano de la 'Y' vasca, que ya está terminado. La nueva proyección económica que se plantea es que la redacción del estudio informativo, el proyecto constructivo y el desarrollo de las obras del tramo Santurtzi-Olabeaga requieran una inversión de 461,7 millones y el diseño del ramal Barakaldo-Basauri otros 2,9. Esta última parte también parece haber entrado en su etapa final.

En la anterior revisión de la encomienda de gestión, en septiembre del año pasado, el presupuesto que se estimaba necesario para ejecutar las labores transferidas de la VSF era de 450 millones, pero ahora se eleva ya hasta los 464. Puestos a comparar, se trata de una cuantía similar a la que se calcula que costará el túnel subfluvial para coches que la Diputación tiene previsto ejecutar desde Getxo hasta Portugalete por debajo de la ría para ofrecer una alternativa que permita aliviar la saturación del Puente de Rontegi.