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La cuestión es rogar que sea un contratiempo leve cada vez que ves detenido en el arcén de la A-8 un coche-patrulla de la Guardia Civil con las luces rotativas encendidas. Su presencia, para los habituales de la autopista Bilbao-Santander, no solo ... invita a la precaución. Es como si alguien desplegara un enorme cartel con el fin de avisarte de que la próxima media hora, como mínimo, la pasarás en medio de un atasco que te aguarda indolente un par de kilómetros más adelante. Llamas al trabajo, informas de que quizá llegues en algún momento de la mañana y pones rock and roll.
La mayoría de las veces, afortunadamente, las retenciones obedecen a un accidente menor. Sin víctimas. De estos ha habido 59 entre Castro Urdiales y la muga con Bizkaia en los últimos meses. En otras palabras, 59 atascos (antes de la limitación a 80 kilómetros por hora era el triple y había muertos). No es un detalle trivial que la Dirección General de Tráfico haya puesto desde junio especial empeño en luchar contra las colisiones por alcance en esta autovía, sinónimo de una irresponsable falta de respeto a la distancia de seguridad, pero también de que la A-8 carga con muchos vehículos. Y se congestiona a la mínima oportunidad.
El vehículo de la Guardia Civil aparcado en el arcén es un buen barómetro. Suele aparecer cuando llueve y los automovilistas creen que lo suyo es una lancha. Y luego, cuando hace calor. En verano. Como antaño Georgie Dann. Porque la circulación se dispara. En esta misma semana en que se ha insuflado aliento al proyecto de un nuevo tren rápido entre las capitales vizcaína y cántabra con la licitación de los estudios previos por parte del Ministerio de Fomento, la A-8 está predestinada a firmar un récord más de tráfico: en 2018, la estación de aforo de la Diputación vizcaína situada en la divisoria autonómica de El Haya (Muskiz) marcó un techo de 63.967 vehículos diarios en verano. El promedio durante el resto del año fue de 59.000, sumando los casi 8.000 que se desplazan entre las dos comunidades por carreteras convencionales y secundarias. En esta ocasión se prevé que la intensidad haya aumentado en unos 3.000 automóviles solo en la autovía. O más.
otra movilidad
Porque, a falta de que la DGT cierre su balance veraniego y se pronuncie al respecto, todo parece indicar que ha habido más vehículos en las carreteras de toda España y la A-8 no ha sido una excepción. En la operación retorno que hoy concluye se habrán producido 70.000 desplazamientos en la comunidad vecina y en 2008 fue un 15% menos.
Tampoco existe una sola razón que explique este incremento, pero expertos en movilidad consultados por este periódico opinan que la ola de calor ha podido dirigir hacia el norte y no hacia otros destinos tradicionales del sur a miles de personas en sus vacaciones. «Dormir con fresquito no tiene precio» parece ser uno de los motivos. Además, ha subido el turismo internacional y se ha detectado un fuerte trasiego de coches en dirección a la costa cántabra por las mañanas, y de regreso al Gran Bilbao a última hora de la tarde, otro posible indicativo de que existe un colectivo de población local que se mueve en función de la meteorología. O del presupuesto. Nubes o nubarrones.
Lo que está claro es que, a más coches, mayor riesgo de congestión en una autovía que ya da voces de alarma. El 1 de junio, con una temperatura notable y más horas de luz, los vizcaínos se animaron a emprender la campaña preestival: llegaron hasta Santurtzi. Luego soportaron 11 kilómetros de caravanas para dirigirse a Laredo o Noja. Mientras tanto, la carretera Berango-Larrabasterra, en Uribe-Kosta, igualmente playera, tuvo ese mes una media de 38.000 vehículos diarios. Más ejemplos: El 18 de agosto, una colisión en Cabezón de la Sal generó hasta 20 kilómetros de atasco, el mayor del verano. Y en mayo hubo otro de 10 kilómetros entre Laredo y Bizkaia sin que sucediera nada más allá de una simple masificación espontánea de tráfico. Algo bastante inédito. Ocurrió donde Fomento prevé construir un tercer carril que desahogue la circulación hacia Euskadi. Como ocurre con el tren Bilbao-Santander, ninguno de los dos planes tiene fecha ni presupuesto.
El radar, nunca mejor dicho, lo pone la DGT en los 15 kilómetros que discurren entre Castro y Muskiz. Es el tramo con mayor densidad viaria de la A-8 en todo el Cantábrico después del área metropolitana de Bilbao -120.000 vehículos en el puente de Rontegi- y tan solo equiparable al ramal Gijón-Avilés, donde se produce un tránsito superior a 50.000 automóviles diarios. Y eso que la línea de autobús Bilbao-Castro, con nada menos que 800.000 viajeros al año, libera una cantidad de coches que serían inasumibles para la autopista.
El fenómeno encaja con la nutrida colonia de vizcaínos que eleva hasta los 65.000 residentes reales el censo de la localidad. Y si hay algo también cierto es que los fieles de la Autovía del Cantábrico son como el club de fans de Rosalía. Se la sigue hasta donde haga falta. La muga no baja de una media de 41.000 vehículos ni siquiera con frío, lluvia y granizo en un mes de mínima movilidad como febrero.
Una de las razones que explican la complejidad de la A-8 reside en su propia longevidad. En 2021, este corredor cumplirá 50 años de edad desde que su primer tramo se inaugurase en junio de 1971 entre Basauri y Amorebieta. Y de ahí hasta el último sector, que se estrenó en 2015 uniendo Torrelavega y Solares, la autopista ha pasado por numerosas etapas constructivas donde el desarrollo de las tecnologías y la ingeniería han dejado su huella. Resultan evidentes las diferencias físicas, incluso en el dibujo de las curvas o el diseño de los carriles, entre Saltacaballo -que, sin embargo, en su momento fue también todo un hito de las obras públicas- o, por ejemplo, la Variante Sur Metroplitana abierta en 2011 en el Gran Bilbao.
Queda por añadir ahora un nuevo tramo que se antoja necesario para Tráfico y también para el Ministerio de Fomento, responsable de las obras: el tercer carril entre Solares y Muskiz destinado a aligerar la densidad de la circulación. El proyecto está presupuestado en 495 millones de euros, supondría construir dos viaductos o sendos túneles en Ontón y modificaría otras 90 estructuras, desde puentes a galerías. Poco se sabe de su ejecución desde que el exministro Íñigo de la Serna lo presentó en 2018.
63.967 vehículos cruzaron la muga de El Haya en agosto de 2018 por la A-8. Junto con julio (más de 61.000), es el mes con mayor tránsito entre Bizkaia y Cantabria. Enero y febrero, los de menos.
127.342 automóviles diarios circulaban a principios del año pasado entre Sestao y Cruces. Desde este último punto hasta El Haya, el promedio era de 75.456; más del 5%, camiones.
El fin de semana Los registros de tráfico revelan bastante bien los destinos de los vizcaínos en su tiempo libre. En los fines de semana, la mayor densidad circulatoria se da en la A-8, en la carretera N-634 de Berango a Larrabasterra y en la N-636 entre Arbuio y Sodupe.
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