El taxi no llega a todo en Bilbao

La situación podría agravarse a lo largo de este verano. Por varias razones. La primera es que hay un nuevo enfrentamiento laboral sobre la mesa. Y afecta a uno de los agentes que cubre parte del espacio de los taxis. Se trata de Uber, que cuenta con 75 vehículos en la ciudad. Desde el pasado lunes, la mitad de la flota de este servicio está parada porque los conductores que pertenecen a una de las dos subcontratas que dan soporte a la multinacional en Bizkaia se han declarado en huelga hasta el 1 de julio para exigir una mejora de sus condiciones laborales. Aseguran que cobran únicamente el salario mínimo interprofesional.

Otro de los motivos que auguran un verano complicado es que el turismo sigue creciendo y esto lleva implícita una mayor demanda del servicio de taxi. La entrada de viajeros a los hoteles de Euskadi aumentó un 7,3% en mayo respecto al mismo periodo de 2023. Y eventos importantes y masivos como el BBK Live asoman ya a la vuelta de la esquina (el festival musical arrancará el 11 de julio).

Bilbao cuenta con 774 licencias de taxi. La normativa establece que los profesionales pueden salir a trabajar un máximo de 10 horas de lunes a viernes y 12 horas, los fines de semana, librando alternativamente uno de cada dos fines de semana. Pero no hay un mínimo de servicio. «En teoría salen a la carretera siempre, siguiendo ese calendario», explica el director de Movilidad. Pero Alday sugiere que es muy posible que los conductores actúen de otra manera. «El Ayuntamiento ni tiene herramientas ni puede obligar a nadie de este colectivo a trabajar», aclara.

¿Se puede aumentar el número de licencias a la vista de la actual situación? Ni el Ayuntamiento ni el propio gremio parecen apoyar esta medida. «Creemos que el número de permisos es el correcto», insiste Alday. «El ratio de taxi por cada mil habitantes es mucho mayor que en ciudades del entorno; por ejemplo, Vitoria tiene 200 licencias para 250.000 vecinos; mientras que en San Sebastián hay 300 para 200.000».

¿Se pueden movilizar licencias que están inactivas? ¿Cuántos permisos hay que no se usan? Son datos que no han trascendido. El Consistorio acaba de rescatar cinco licencias que supuestamente no funcionaban desde hacía tiempo y las ha vuelto a adjudicar a un precio inferior a los 2.000 euros. Pero aquí hay un melón que parece difícil que se vaya a abrir, porque la licencia ha sido siempre la jubilación del taxista. Se han traspasado históricamente por cantidades fuertes de dinero (hasta 120.000 euros). En la actualidad rondan los 50.000. Uno de los problemas es que hay falta de relevo generacional. Los bancos también han cerrado el grifo del crédito y muchas personas no pueden pagar a tocateja estas cantidades exigidas.

Radio Taxi, la asociación que engloba a aproximadamente 500 de los 774 profesionales, no ha querido hacer declaraciones a este diario. Por su parte, la división del taxi de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) cree que «todo» responde a «una campaña» de desprestigio contra el gremio en Bizkaia. Rechaza de plano que el servicio sea malo y defiende el derecho de conciliación de los conductores. «Debemos ser todos millonarios o simplemente vagos, dejando sin servicio a los ciudadanos», ironiza. UPTA acusa al Ayuntamiento y a sus interlocutores con el sector (Radio Taxi, principalmente) de «oscurantismo». Y creen que, detrás de todo, hay un interés empresarial e institucional por avanzar hacia un modelo tipo Uber.

Además de exigir mayor transparencia, una de las propuestas de UPTA es permitir una cesión temporal de la licencia para casos muy concretos, lo que permitiría que los taxis no estuvieran parados mientras sus profesionales atienden problemas personales u otros asuntos «importantes y sobrevenidos». Pero el Consistorio lo rechaza porque esto sería lo mismo que abrir la puerta a la subcontratación. «Acabaríamos como en Madrid, donde hay dueños de licencia que no conducen nunca y sacan un montón de dinero por alquilarlas de facto», advierte el director de Movilidad.

Alday anticipa el siguiente paso del Ayuntamiento. «Antes de fin de año entrará en servicio una 'app' para ayudar al cliente y que nos aportará datos al Consistorio a la hora de saber cúantos taxis hay en servicio y en qué paradas. Esto nos va a permitir organizar mejor el servicio». ¿Supone esto que el Ayuntamiento ejercerá un marcaje individual sobre aquellos taxistas que trabajen menos? «No. En ningún caso está pensado para controlar de esa forma, sino que nos aportará datos para ser más eficaces».

Entretanto, las quejas siguen llegando a las asociaciones de consumidores. «Hemos percibido un aumento en los últimos tiempos», asegura Susana Gallego, presidenta de Facua en Euskadi. «Y, a veces, resulta chocante que un servicio como el taxi, que tiene que ser de 24 horas, no esté disponible cuando se le requiere. Quizás habría que establecer un mínimo de coches en la calle», añade.