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Hace unos meses un médico de familia fue atacado por un paciente con un paraguas. Tan fuertes eran los golpes que el facultativo acabó por caerse al suelo. Sus compañeros tuvieron que acudir a socorrerle para que el atacante dejase de pegarle. Ese hombre fue ... detenido por la Ertzaintza. Ocurrió en el PAC de Renteria, donde se atienden urgencias ambulatorias. Esta es solo una de las 1.041 agresiones físicas y verbales a profesionales de Osakidetza que fueron notificadas el pasado año por los propios trabajadores al Servicio Vasco de Salud. La cifra supone un aumento del 4% con respecto a la registrada el ejercicio anterior, pero si se compara con la anotada hace ahora nueve años prácticamente la dobla. Entonces fueron 516 los ataques notificados.
A nivel estatal la dinámica es muy similar. El último informe específico publicado por el Ministerio de Sanidad cifra en 14.706 las ofensas al personal sanitario registradas a lo largo de 2023 en todo el Sistema Nacional de Salud. En 2017 -primer año con datos conjuntos- fueron 8.306. El incremento en este tiempo ha sido del 77,5%.
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Por tipo de agresión las más frecuentes son, de largo, las verbales. En Euskadi 8 de cada 10 fueron insultos o amenazas a los profesionales vertidas por los pacientes o sus familiares, según los datos facilitados por el Departamento de Salud. Las doctoras son el foco más habitual de estas faltas de respeto. También son mayoría dentro de la plantilla sanitaria. «Vemos una gran cantidad de agresiones sexistas a nuestras compañeras. Hay pacientes que se permiten meterse con su aspecto físico o sus capacidades profesionales por el simple hecho de que sean mujeres. Es gente que no se comportaría así si la persona que le atendiese fuese un hombre», lamenta José Luis Paulín, delegado de Prevención del Sindicato Médico de Euskadi en Osakidetza. Él también ha sido durante su carrera profesional objeto de diferentes agresiones. «Eres un inútil o no tienes ni idea» son algunas de las cosas que ha tenido que oír en su consulta. Una vez incluso un paciente al que no le había recetado la medicación que le solicitaba le reconoció horas después por la calle y comenzó a insultarle. Ese día se asustó.
El informe del Ministerio especifica que la Atención Primaria es el nivel asistencial en el que los profesionales sufren más agresiones. Concentra el 57% del total, mientras que en el ámbito hospitalario se producen el 43% restante. Precisamente es en los hospitales donde se ha registrado el mayor incremento de ataques a sanitarios. Por lugares las consultas, seguidas de las plantas de hospitalización y las urgencias son los espacios donde los sanitarios sufren más ataques físicos o verbales.
En cuanto a perfiles profesionales es el personal médico el que registra un mayor número de faltas (34% del total), por delante de enfermería (30%) y de los administrativos (13%). Esto no quiere decir que estos colectivos sean, por este orden, los que más agresiones sufren, pero sí son los que más notificaciones comunican a las autoridades sanitarias.
Precisamente la infranotificación de estos hechos es algo muy extendido en el ámbito sanitario. Desde SATSE María Alonso, asegura que a día de hoy «muchas agresiones se quedan sin registrar porque hay compañeras que lo han normalizado». «Tienen asumido que las faltas de respeto de algunos pacientes forman parte de su trabajo cuando eso no debería ser así», lamenta la responsable de Seguridad Laboral del sindicato de Enfermería en Donostialdea.
Precisamente la progresiva mayor concienciación de los sanitarios a la hora de comunicar estos hechos es uno de los tres motivos que para Osakidetza y el Ministerio de Sanidad están detrás de este aumento en el número de denuncias con respecto a años anteriores. A esto añaden una mejora en los sistemas de recogida de estos datos por parte de los diferentes sistemas de salud de las comunidades. La tercera causa de este aumento, según Sanidad, es «el incremento real de las agresiones».
La mayor concienciación de los profesionales para denunciar estos hechos es una causa del aumento
Otras son el menor respeto de parte de la gente a los sanitarios junto al enfado por las listas de espera
José Luis Paulín tiene claro qué causas están detrás de este mayor número de ataques. «En primer lugar tenemos una serie de factores sociales. Antes había en general más respeto hacia el personal sanitario. Por otro lado, la gente hoy en día es más exigente con todo, también con los servicios de salud. Eso es algo que está bien, pero puede haber personas a la que esa exigencia se le vaya un poco de las manos», explica.
Otro de los motivos que apunta el representante del Sindicato Médico es que «la calidad de Osakidetza no es la misma que la de hace años y tras la pandemia su deterioro se ha evidenciado más». «Las listas de espera son mayores y también hay lugares en los que faltan profesionales. Eso hace que haya pacientes que se enfaden y algunos lo pagan con los profesionales. Puede ser con el administrativo que le da la cita o con el médico que le atiende», señala. María Alonso se pronuncia de forma parecida: «No es normal que lo paguen e insulten a algunas enfermeras porque las listas de espera son elevadas», lamenta.
En Euskadi el Observatorio de Agresiones de Osakidetza actúa como gestor a la hora de notificar este tipo de incidentes. El Servicio de Salud tiene una «política de tolerancia cero ante la violencia física o verbal» contra sus profesionales. Aunque el número global de agresiones ha aumentado un 4% en el País Vasco el pasado año, uno de los datos positivos que dejan estas cifras es que los ataques físicos han descendido con respecto a 2022. Lo han hecho un 21% y regresan «a cifras previas a la pandemia», destaca Salud. Aún así 187 sanitarios de Osakidetza que fueron golpeados por pacientes.
agresiones a sanitarios se registraron el pasado año en el Sistema Nacional de Salud, de ellas 1.041 en Osakidetza.
El 78% de las agresiones en el ámbito sanitario las sufren mujeres, según se recoge en el informe de 2023 realizado por el Ministerio de Sanidad.
casos por cada 1.000 trabajadores es la incidencia de agresiones físicas a sanitarios durante el pasado año en el conjunto de los centros de salud y los hospitales de Osakidetza.
Las agresiones verbales son las que con mayor frecuencia sufren los sanitarios, en especial insultos y amenazas.
años es el rango de edad más habitual de los sanitarios que sufren algún tipo de agresión física o verbal.
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