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Rosario, de 94 años, con su nuera Teresa y su nieta Izaskun.
Residencias Bizkaia

«Hoy por fin la podemos ver y pronto le traeremos a su biznieto»

La Diputación ha abierto hoy el régimen de contactos en las residencias, que pasan a tres visitas y dos paseos

Lunes, 1 de marzo 2021

Rosario Ezenarro tiene 94 años y está hoy «mucho más contenta porque llevábamos un año sin salir de la jaula». Como muchos residentes vizcaínos, hoy tiene visita. La Diputación acaba de flexibilizar el régimen de contactos y los 10.748 mayores pasan de ... dos visitas semanales con el mismo familiar al marco más amplio desde que empezó la pandemia. Desde hoy serán tres visitas semanales y dos paseos a los que podrán acudir dos allegados. Ese es el motivo por el que encontramos a Rosario acompañada por su nuera y su nieta en la placita trasera de la residencia Kirikiño, en Santutxu.

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«Ha sido un año horrible, como el de todos. Venir a verles con una mampara y no poder tocarles se hace duro. Ella es muy positiva y alegre pero se le notaba. Sobre todo al terminar la visita», explican. El familiar de referencia es, en este caso, su hijo Antonio. Es el que ha estado al pie del cañón e incluso hoy no anda muy lejos y divisa la estampa en la distancia, satisfecho. «Antes de la pandemia, era de los que venía todos los días, llueva o nieve», confiesa uno de los cuidadores. Él se excusa con humildad. «Estoy aquí cerca y suelo pasar». Las otras dos hijas de Rosario «viven fuera, en Santander y Madrid, y allí también están confinadas», explica la mujer. «Ahora cuando les dejen podrán venir», celebra la nonagenaria.

La nieta, Izaskun, tiene muchas ganas de acercarse a la residencia con el biznieto, de tres años. «Hoy tenía cole pero enseguida le traeremos, el fin de semana y cuando no haya clase». «Hasta hora la bisabuela sólo le podía ver por fotos», recuerda. Ya vacunados, todo ha cambiado. La red de residencias está limpia de covid. La única restricción es «no ir a espacios cerrados ni bajar al centro. Todo llegará», confían los familiares.

Gaizka Euba es el responsable social de la residencia Kirikiño. «La vacuna funciona. Nosotros somos los primeros en disfrutar de esta libertad que llegará a todos», celebra. Recuperar las visitas habituales es «muy importante para los mayores y sus familias pero también es un símbolo para toda la sociedad. «Cuando nos vacunen a todos, la pandemia será historia», añade. Ya queda menos.

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