La reforma de la parada superior del funicular se prolongará un año y costará 1,8 millones

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El centenario equipamiento ha sido mudo testigo de la historia de la villa. Data de 1915, pero fue bombardeado durante la Guerra Civil. Se realizaron algunos arreglos provisionales y el 'funi' volvió a prestar servicio en 1938, aunque en 1976 se produjo un accidente que volvió a paralizarlo hasta 1983, cuando se reconstruyeron las instalaciones. La estación superior data de un año antes. La realizó la ingeniería Sener y está protegida parcialmente por las normas urbanísticas locales. Por eso, la fachada mantendrá su composición y volumetría. Se eliminarán elementos no característicos de la arquitectura tradicional, como las barandillas de acero inoxidable, que se sustituirán por otras de materiales nobles. Los desconchones y el cableado que cuelga, ofreciendo una triste imagen, también se eliminarán.

La obra, además de lograr un aspecto más moderno y funcional para la estación superior, pretende mejorar el aislamiento térmico del edificio actuando en el revestimiento y sustituyendo los ventanales por otros de «altas prestaciones». Por otro lado, se realizará un voladizo para ampliar la zona de circulación en la salida con el objetivo de mejorar la accesibilidad a las personas de movilidad reducida. Se incorporará al vestíbulo la zona de aseos, en desuso. Éste se convertirá en un espacio fluido, más diáfano, con una nueva zona de atención al público.

Habrá iluminación eficiente en todo el edificio - también en los andenes-. En cuanto a los sistemas de control de acceso, se instalarán canceladoras y puertas automáticas de acceso a los vagones de manera que se garantice la seguridad de los usuarios. El techo y las barandillas de los andenes también serán renovados.