El viento pone en jaque Bizkaia: árboles caídos, desplomes de fachadas y ráfagas de hasta 152 km/hora

El récord hasta las 17.30 de este domingo horas lo tiene la estación de Orduña, con 152,1 kilómetros por hora. Durante toda la mañana las ráfagas han sido tremendas y se han superado los 100 ampliamente en varios puntos y en diversos momentos. Así, en Oiz se han medido rachas de 128,8 kilómetros por hora, en Untzueta se han alcanzado 132,3, en Mallabia han sido 133,7 y en La Garbea, en Balmaseda, se han alcanzado los 147,5. La más suave ha sido de casi 60. Y es que el viento sur ha soplado fuerte desde las 4 de la mañana en este punto de la costa vizcaína: a esa hora se rozaban los 80 casi de forma continua.

En Matxitxako, otra zona bastante expuesta, la situación ha sido muy parecida. El récord lo han alcanzado a las 13.30 con 106,2 kilómetros por hora. La anterior marca era de las 9.30 horas con 103,4. Toda la noche ha habido un vendaval considerable, pero la mañana ha sido todavía peor.

En Bilbao, según los datos de la estación de Zorroza, el máximo hasta el momento han sido 96,0 a las 10.40 horas, pero, en general, el viento ha sido algo menos intenso y las rachas oscilaban entre los 55 y los 75. En el interior del territorio, la madrugada ha sido más tranquila. La ráfaga más alta en Sodupe ha sido de 79 kilómetros/hora a las 6.30 horas.

La Ertzaintza ha pedido precaución en las carreteras durante toda la jornada por la presencia de objetos extraños en la calzada, sobre todo en las carreteras secundarias. En la BI-630, entre Zalla y Carranza, un árbol ha caído sobre un vehículo y han acudido los servicios de emergencia. Solo ha habido daños materiales. En la BI-2233 que une Mundaka y Gernika se han tenido que quitar varias ramas caídas. En la AP-8, en Zestoa (Gipuzkoa), otro pino se ha desplomado sobre la calzada. También se ha cortado la línea entre Bilbao y Balmaseda por caída de vegetación a la catenaria.

Los servicios de Bomberos de la Diputación han tenido que hacer varias salidas más para atajar pequeños fuegos en Azkorri, Pagasarri, Peñas Negras (Trapagaran) y el alto de La Escrita. Asimismo, han retirado árboles, ramas y postes caídos en numerosos puntos Bizkaia, entre ellos, Getxo, Galdakao y Markina. También ha habido una antena desplomada en Gorliz y diversos edificios han sufrido pequeños desprendimientos o riesgo de ellos.

En Larrabetzu los Bomberos han tenido que sanear una fachada y en Derio un desplome ha afecatado a la casa de cultura. El riesgo de colapso de un andamio en la calle Lehendakari Aguirre de Deusto, en Bilbao, ha obligado a cortar la vía hasta su retirada. Asimismo, una persona ha resultado herida en Barakaldo, en la calle Anaitasuna, al ser golpeado por un contenedor que se ha movido por una fuerta ráfaga de viento. También los servicios de emergencia han tenido que hacerse cargo de varios nidos de avispas velutinas caídos por el aire en la localidad fabril, donde también hay edificios que han sufrido pequeños desprendimientos.

Pese al trabajo sin descanso, no siempre han podido acudir tan pronto recbiían el aviso. Ha sido una jornada complicada.

Las temperaturas son más altas de lo normal para estas fechas. De hecho, esta madrugada, en La Galea había unos 23 grados de continuo, una barbaridad para finales de otoño. En Sodupe, a las 6.00 horas había 24. Y en Bilbao, en la estación de Zorroza, la máxima esta madrugada ha sido de 24,5 a las 5.20 horas. A las 7.20 había subido a los 24,6. Son solo algunos ejemplos que muestran lo atípico de este octubre que responde, sin duda, a la definición de veroño.

Por todo ello, este domingo ha estado activa la alerta naranja por riesgo de incendio en Bizkaia, Gipuzkoa y Álava entre las seis de la mañana y las tres de la tarde. Anoche ya se produjo un conato en unos matorrales de Muskiz, aunque fue solo un susto. La mañana ha sido más movida: además del grave incendio en Balmaseda, hay un fuego forestal de nivel 2 en el Pagasarri del que no se tienen muchos datos. También ha sido necesaria la intervención de los servicios de emergencia en Trapagaran por fuego en unos residuos.