El precio de los taxis en Getxo, Barakaldo y Leioa supera al de Bilbao

Las tarifas suelen ser revisadas de forma anual teniendo como referencia el IPC registrado, que en septiembre de 2023 alcanzó el 3,6%. Si bien el Gobierno autonómico es quien fija el importe para las distancias interurbanas, que también se han encarecido hasta los 0,76 céntimos por kilómetro y 7,22 euros de bajada de bandera entre semana, son los ayuntamientos quienes marcan los precios en las rutas que no requieren cruzar las fronteras municipales. Y si alguna ciudad no tiene regulado un precio propio, los taxistas utilizarán los marcados por Lakua. Así ocurre en localidades como Basauri, Durango, Bermeo, Santurtzi o Portugalete.

Con las últimas tarifas aplicadas, el tercer municipio con más población de Bizkaia lidera la lista de los pueblos más caros en cuanto al uso de este servicio público. Fue el propio Ayuntamiento de Getxo quien aprobó en octubre un aumento del 3,51%, en base a lo que solicitó la asociación Bizkaitaxi. A los 6,5 euros de coste mínimo se le suman otros 1,39 por cada kilómetro recorrido cuando la distancia del trayecto es mayor de 1.500 metros. Es decir, ir del Puente de Bizkaia al Puerto Viejo (unos tres kilómetros) cuesta ahora nueve euros. Detrás de Getxo están Leioa (6,39), Barakaldo (6,31) y por último Bilbao, donde el kilómetro cuesta 0,87 euros, 49 céntimos menos que en Leioa y 34 por debajo de la capital de la Margen Izquierda.

El incremento, en palabras del getxotarra Gorka Fernández, que ejerce esta profesión en la localidad costera, era «necesario». «Los combustibles, los seguros y las asesorías se han encarecido una barbaridad, cerca del 30%, y los costes de mantenimiento del vehículo también se han disparado. Es normal que cada vez haya menos gente que quiera ser autónoma», dice. El profesional asegura que la ciudadanía se «adapta» a los nuevos precios «porque somos una prestación que llega donde otros no pueden».

Los conductores de Leioa, la segunda ciudad con el servicio más caro, se han sumado a la petición de subir un 3,5%, solicitud que el Consistorio vio de primeras con buenos ojos. Para José María Díaz, chófer con parada en la calle Elexalde, «aunque poco a poco vamos recuperando, llevamos años perdiendo poder adquisitivo». «Se han incrementado los gastos, sí, pero la pandemia también ha supuesto un antes y un después. Mientras que hace unos años teníamos clientes que hacían viajes al aeropuerto casi cada semana, ahora sólo van una vez al mes por la irrupción del teletrabajo o por las reuniones online», puntualizaba.

La mayor parte de los taxistas son favorables a los incrementos, pero creen que deben ser «progresivos y coherentes», sin «cargar» a los usuarios. Así lo dice Alex Rivero, de Barakaldo. «Deberían fijar el aumento en el precio por kilómetro y no en la bajada de bandera. Hay gente que ve 6,3 euros nada más entrar y se sorprende», cuenta. Todavía así, reconoce que ellos están «muy apretados». «Muchos nos dicen lo bien que vivimos, que cobramos 3.000 euros, algo que no es verdad. Quizás un mes bueno llegamos a facturar ese importe, pero si restamos los gastos habituales nos quedamos con unos míseros 1.200. Si antes gastábamos 500 euros en gasoil, ahora son 1.000», añade.

Es esa subida de carburantes -el gasóleo se ha encarecido un 10% respecto a enero de 2022- lo que ha llevado a los taxistas de Bilbao a tomar medidas. Borja Musons, presidente de la asociación Radio Taxi, que agrupa más de 500 licencias de las 774 que operan en la villa, asegura que se están haciendo esfuerzos por «descarbonizar la flota de vehículos», algo en lo que arriman el hombro las administraciones. Es decir, trabajan «de manera progresiva» por sustituir los coches de combustibles fósiles por eléctricos o híbridos. Algo que también se ha impulsado en Getxo.