Los porteros de la discoteca Moma, una de las que más público atrae de Bilbao, han reprimido una pelea tumultuaria a golpes a la hora del cierre. Alrededor de las seis de la madrugada de este domingo se desencadenó una refriega a la salida de ... la sala, en la calle Rodríguez Arias, en pleno centro de la capital vizcaína. Varios jóvenes pertenecientes a una cuadrilla se estaban cebando con otro y entonces, los vigilantes de seguridad del acceso del Moma salieron en su defensa para intentar separarles.
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En uno de los vídeos que se han sacado de la escena y que recoge los momentos finales del enfrentamiento, se aprecia cómo varios porteros, que visten sudaderas negras identificativas, intentan apartar a los intervivientes mientras un hombre yace en medio de carretera. Al fondo se aprecia la sirena de un coche policial, que aún no ha llegado a intervenir.
Al menos una pareja de esos vigilantes comienzan a dar patadas en la cabeza a dos de los implicados, tendidos en el suelo. Uno de ellos se protege con las manos y se levanta después, por lo que previsiblemente no ha sufrido importantes lesiones. Sin embargo, el otro queda tendido boca arriba como si estuviera inconsciente. Todo ello es presenciado por una multitud. «¡Lo van a matar!», se escucha gritar a una mujer que presencia el altercado.
Después, según las imágenes, los empleados de la discoteca se repliegan y regresan al local mientras los testigos rodean y atienden al primer individuo que había caído al suelo, que parece que no se mueve. Según confirma un portavoz del Departamento de Seguridad, Ertzaintza ha recibido cuatro denuncias por este altercado, que ha remitido a la Policía Municipal, que se encarga del caso.
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En las imágenes, que duran 23 segundos, no se recoge la llegada ni de la Policía Municipal ni de la Ertzaintza. Fuentes municipales aseguran a este periódico que una testigo ha aportado un vídeo y su testimonio la mañana del domingo, pero hasta el momento no se ha podido identificar a los intervinientes.
El pasado mes de febrero, porteros del Moma irrumpieron en una restaurante de Olabeaga donde su jefe, el dueño del local, había tenido un enfrentamiento con el responsable de otra discoteca, la Sonora, y sus amigos. Los controladores de acceso utilizaron porras extensibles, cuyo uso no tienen permitido. El incidente se saldó con varias personas heridas y con cuatro detenidos. El caso está aún pendiente de juicio.
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Hace aproximadamente un mes se registró otra riña tumultuaria a la salida de otra sala de fiestas ubicada en la Gran Vía bilbaína. En aquella ocasión, acudieron al incidente dos patrullas de la Policía Local. Cuando los agentes intentaron sofocar la pelea, fueron agredidos por los congregados. Tres de ellos sufrieron lesiones, uno rotura de fibras, otro recibió un puñetazo en la cara y el tercero, una fractura en un dedo, por lo que causaron baja laboral, indican fuentes internas.
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