El parque Etxebarria de Bilbao estrena lago, juegos de agua y 130 nuevos árboles

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El parque, además, se ha completado con bancos y con varias mesas merenderos. El objetivo de proyecto, que incluye, asimismo, la mejora de la iluminación en todo el entorno, es «generar un gran espacio de relax y disfrute, destinado a ciudadanos de todas las edades, bien conectado. Persigue el equilibrio entre agua y vegetación», precisaron en su momento responsables municipales.

La mañana de ayer, con 33 grados calentando el ambiente, aún pocos se aventuraban por estos senderos. Algunos jardines todavía permanecen vallados con una lona de plástico naranja, solo para que no sean pisados y se permita que crezca la vegetación. Las lonas serán retiradas en unos días. El agua del lago, que tiene capacidad para medio millón de litros y está distribuido en tres niveles, carece de cloro y de cualquier otro compuesto químico. «La idea es que dentro de un año el estanque se torne verdoso, cobre vida y pueda albergar incluso anfibios. Se parecerá a la ribera de un río, porque es un estanque biológico», ha explicado el jefe de esta obra, realizada por la empresa Cycasa, Ekaitz Ferreiro. El agua emana de la red y pasa por un primer nivel, donde filtros de arena ejercen de filtro. Ya en la tercera piscina, las plantas allí sembradas ejercen su función depurativa. Por otro lado, todo el subsuelo del parque es de gravilla, lo que permitirá que el agua se filtre por allí y por lo tanto, que toda la vegetación precise de menos agua de riego.

Los pocos usuarios que se adentraron por esta zona del parque la mañana de ayer agradecieron los juegos de agua. «Yo ya he pulsado el botón para refrescarme», aseguraba Iñaki Valentín, que se había acercado a pasear a su perrita. «Creo que había necesidades más acuciantes en las que gastarse casi dos millones de euros, por ejemplo en más ascensores en los barrios altos, pero invertir en árboles y en parques pues no me parece mal. Esto es una zona que al final, era casi para poner las barracas, y me parece bien que el parque vaya ganando terreno. Lo del estanque no sé si era necesario, veremos si atrae a más mosquitos o no», reflexionaba. Antonio Pérez, que llegó de Ronda hace más de medio siglo y reside cerca del parque, se mostraba encantando.

Ampliar

«Vivo en los bloques de enfrente y la casa me da hacia este lado. Así que estoy encantado. Hay zonas para niños y para mayores. Es que se han gastado casi dos millones», relataba. Otro usuario habitual del parque apuntó que «esto era un espacio que se destinaba al circo y el resto del año era una campa sin nada». Cree que el estanque y los árboles son un gran acierto para adornar la zona. «Es que este es un parque en el que cuesta encontrar sombra. Y el único defecto que le veo es que han colocado varias mesas en un lugar donde justo no hay arbolado». El usuario también se mostró preocupado porque se acerca la Aste Nagusia, con sus multitudes y con sus noches de desenfreno. «Si no hay suficiente seguridad, seguro que todo esto acaba destrozado», apuntó.