Los carteles de 'Se alquila' pueblan las principales calles de Derio. pankra nieto

La pandemia asesta la puntilla a más de un millar de pequeñas tiendas de Bizkaia

Comercios de moda y calzado son los que peor han capeado la crisis y Cecobi alerta de que lo peor «quizá está por llegar»

Domingo, 23 de mayo 2021, 02:58

A pesar de la reactivación comercial que vive Bizkaia tras el levantamiento del estado de alarma y el toque de queda y la irrupción de Primark, que ha revolucionado Bilbao, un informe de Cecobi constata las extremas dificultades que atraviesan los negocios minoristas en los ... dos últimos años. Según la patronal del comercio vizcaíno, los problemas del sector no «vienen de ahora», sino que se arrastran desde «hace mucho tiempo» como consecuencia de la gran crisis económica y financiera de 2008.

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El estudio confirma un secreto a voces: la pandemia ha asestado la puntilla a muchos establecimientos que estaban muy tocados y aguantaban como podían, pero que han sido incapaces de doblegar al virus. Concretamente, entre el 1 de enero de 2018 y el 31 de diciembre de 2020, más de un millar de pequeñas tiendas (1.052), lo que supone un receso del 8%, han bajado la persiana. El golpe ha sido desigual. Ha lastrado, especialmente, el tejido de los pequeños municipios, privando a sus vecinos de importantes servicios -Derio, por ejemplo, se ha quedado sin zapaterías-, y golpeado con mayor crudeza a las tiendas de moda y de electrodomésticos que a las de alimentación, afectadas «en menor medida» por la pandemia, subraya Pedro Campo, presidente de la patronal.

El fin de los ERTE y la devolución de los créditos «conllevarán el cierre de muchos más negocios»

dificultades

El único aspecto positivo de esta evolución tan negativa es que el impacto en la pérdida del empleo ha sido menor del previsto. De hecho, los últimos 24 meses reflejan un crecimiento de un 4,3% de los trabajadores adscritos al régimen general y de un descenso del 3,1% entre los autónomos.

El número de cierres reales es, no obstante, mayor del recogido en la radiografía de Cecobi, al haber tomado como base de campo la realidad de las 24 localidades del territorio donde se concentra aproximadamente el 70% del comercio minorista y en las que reside el 80% de la población. Destaca sobremanera el batacazo de Derio y Trapagaran, con la pérdida del 17% y el 12% de sus pequeños comercios, respectivamente. Queda fuera de este análisis la hostelería, uno de los sectores que peor ha soportado el desplome del consumo.

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Amaia Rementeria, de la floristería Liliak, cuida unas plantas. pankra nieto

Los bonos, insuficientes

La mayor caída -un 11%- se ha registrado en los establecimientos de equipamiento personal. La pandemia se ha llevado por delante 382 locales de este tipo al pasar de 3.572 a 3.190. El impacto tampoco ha sido homogéneo al cebarse, sobre todo, en los de ropa -un 13% menos- y zapaterías, con un descenso del 11%. El último bienio ha sido algo más benévolo con las tiendas de artículos culturales, deportivos y de ocio, cuyo censo ha sufrido una merma del 9%. También lo han llevado mejor las de complementos, donde la oferta se ha reducido un 4%. Campo asegura que las campañas de Bono Denda supusieron «un alivio al activar el consumo», aunque insuficiente a todas luces.

«Las plataformas digitales que están llegando son una fuerte amenaza para las tiendas del hogar»

Más competencia

Pese a la compleja situación actual, las previsiones apuntan a un escenario todavía más preocupante. Cecobi sostiene que lo peor para este subsector está, probablemente, por llegar al «no ofrecer signos de recuperación». El fin de los ERTE , la devolución de los préstamos y el pago a los proveedores supondrán «el cierre de muchos de ellos» a lo largo de este ejercicio. La situación es «tan dramática», advierte Campo, que un gran número de empresarios se han visto abocados a «recurrir al endeudamiento personal».

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Entre los principales damnificados figuran también las empresas relacionados con el equipamiento del hogar, un 10% menos que hace dos años. Mantienen la actividad 1.955 locales frente a los 2.170 existentes en 2018. Las tiendas de electrodomésticos se han llevado, de largo, la peor parte tras cesar la actividad del 17% de las mismas frente al 11% de las de bricolaje y decoración y el 7% de las mueblerías. Pese a vivir fuertes vaivenes, curiosamente, estos establecimientos lograron cerrar 2020 «con menores pérdidas» que el resto, y «en muchos casos incluso de forma favorable», según Cecobi. No obstante, la patronal advierte sobre la «fuerte amenaza» que se cierne sobre estos negocios: «Las plataformas digitales han llegado para competir».

Silvia Navais coloca productos de charcutería en el frigorífico. pankra nieto

«¿Una burbuja temporal?»

Si las reformas en los hogares y la renovación del equipamiento, de sofás y electrodomésticos, especialmente, experimentó un 'boom' tras el confinamiento, Cecobi confía en que esta mejoría no se quede en una «burbuja temporal» y lanza un mensaje de alerta: «A corto plazo reina la incertidumbre al tratarse de un gremio muy sensible a la economía de los hogares y mantener una dependencia estrecha» respecto a la construcción.

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Pese al cierre del 6% de las tiendas de alimentación -232-, el sector remató el pasado ejercicio con un saldo positivo, tanto en facturación como en afluencia de clientes. Cecobi liga también el futuro de los negocios de servicios (farmacias, estaciones de servicios, floristerías y electrónicos, entre otros) -183 menos que en 2018- a la evolución de la crisis sanitaria.

En medio de este escenario tan inquietante, Xabier Ochandiano, concejal de Promoción Económica, Comercio y Empleo del Ayuntamiento de Bilbao, ve un rayo de esperanza. Prevé a corto plazo «un pequeño repunte» del consumo». Sin embargo, «otra cosa es el largo plazo», matiza. Y es aquí donde cree que el pequeño comercio deberá implantar herramientas, «que van más allá de la digitalización», para «mejorar su competitividad». Ochandiano piensa que Bilbao debe «conservar y reforzar» la singularidad identitaria» de sus pequeñas tiendas, «como hacen ciudades como París y Berlín», y fortalecer su «atractivo» para atraer al mismo tiempo grandes superficies «como Primark». Asume que se trata de «un equilibrio complejo y nada fácil», pero Bilbao cuenta, a su juicio, con la ventaja de ser «el epicentro comercial del norte del Estado».

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EN SU CONTEXTO

  • 12.820 establecimientos funcionaban en 2018 en los 24 municipios que concentran el 70% del peso comercial minorista en Bizkaia. Dos años después, esa cifra ha caído un 8%. El censo actual recoge 11.768 locales.

  • Peor para el textil. Si hay un claro señalado desde 2018, es el sector textil. Han desaparecido un 13% de las tiendas de ropa y el 11% de las zapaterías, lo que explica que al 31 de diciembre de 2020 hubiese 3.190 de comercios de equipamiento personal frente a los 3.572 de hace dos años.

  • Mejor para el hogar. Pese a que muchos hogares se lanzaron tras el confinamiento a todo tipo de reformas, las tiendas de electrodomésticos han sufrido un varapaldo al cerrar el 17% de estos establecimientos. Igual de mal les ha ido a las de bricolaje y decoración, con una caída del 11%.

  • Auge de gimnasios. No todo son penas en el comercio. El número de gimnasios ha aumentado un 12% al pasar de 337 a 378. También las peluquerías (1.777 frente a las 1.763 de 2018) mantienen el tipo, con un discreto avance del 1%, lo que supone un éxito en estos tiempos de zozobra.

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