Un viajero aguarda el momento de facturar su equipaje sentado en un banco 'estilo Calatrava'. Manu Cecilio

'La Paloma' tira a la basura los asientos de Calatrava y los cambiará por otro modelo

El aeropuerto colocará bancos más comunes y alejados de la estética del arquitecto valenciano, que mandó traer la madera desde Canadá

Miércoles, 3 de mayo 2023, 00:44

El aeropuerto de Bilbao prepara un cambio muy importante en su imagen. 'La Paloma' va a sustituir la mayor parte de las bancadas de espera que utilizan los pasajeros antes de embarcar por un nuevo modelo de asiento. La medida tendrá un impacto evidente en ... la cuidada estética de la terminal diseñada por Santiago Calatrava, ya que supone eliminar casi por completo un elemento que fue encargado y contó con el visto bueno del propio arquitecto levantino a la hora de plasmar su obra. En su lugar se instalarán unas butacas más convencionales y extendidas en el mundo aeroportuario.

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Siempre se ha destacado que las bancadas de Loiu son únicas en el mundo. Cuenta el escritor Llàtzer Moix en su libro 'Queríamos un Calatrava' (editorial Anagrama) que el profesional valenciano mandó traer la madera de arce de estos asientos directamente desde Canadá y que, posteriormente, ordenó tintarla de blanco-perla para conseguir una tonalidad acorde con el cristal y el acero usado en el edificio. Años después, siempre según la versión de Moix, Calatrava visitó 'La Paloma' y se quejó amargamente del estado de conservación de los asientos, que se hallaban «rayados, mellados y sucios».

La clave

220.000 euros

invirtió el aeropuerto en 2017 en reparar los bancos de Calatrava.

Las butacas que se van a sustituir de forma inminente tienen 23 años y muchas batallas a cuestas. Datan de cuando se inauguró 'La Paloma', en noviembre de 2000. No obstante, en 2017, el aeropuerto invirtió 220.000 euros en la reparación de casi un centenar de estos bancos. Fue un trabajo agotador, ya que hubo muchos problemas para encontrar una empresa de carpintería especializada para proceder a su restauración y a la mejora de su comodidad, ya que se añadieron elementos de espuma como respaldo. Una de las principales quejas de los clientes era que resultaban muy duros para esperas largas y una de las ventajas referidas es que el viajero, al contrario de lo que sucede en muchos aeropuertos, se puede tumbar porque no tiene reposabrazos. Los profesionales que llevaron a cabo la labor tardaron varios meses en completar una tarea del todo artesanal.

Módulos para cargar el móvil

Seis años más tarde, la dirección del aeropuerto ha decidido que «el modelo estilo Calatrava», tal y como figura en un informe interno, pase a mejor vida. De hecho, se van a retirar más de medio centenar de estas bancadas. ¿Su destino? «Serán desechadas y llevadas a un punto limpio por la empresa encargada de la renovación del mobiliario». Además, otro centenar de bancadas más modernas y ajenas al arquitecto valenciano también serán sustituidas. La diferencia es que 32 de estas serán 'indultadas' e irán destinadas a la zona de Llegadas.

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«Sucios, rayados y mellados»

El arquitecto mostró su enfado por el estado de los bancos en un viaje a Loiu, según un escritor catalán

Para llevar a cabo este proyecto, la dirección de Loiu ha reservado 350.000 euros. Además de la sustitución de las bancadas, el plan prevé la instalación de cuarenta módulos de carga para aparatos electrónicos. Estos dispositivos tendrán forma de cubo, de unos cuarenta centímetros de lado y se instalarán junto a los asientos para que los viajeros puedan recargar sus teléfonos móviles o enchufar sus portátiles. El plazo máximo de ejecución de la renovación del mobiliario está fijado en tres meses y medio, por lo que es posible que los nuevos asientos, que tendrán capacidad para cinco pasajeros en cada bancada, estén listos de cara al próximo otoño.

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