«Ayuda al desarrollo óseo de quienes desarrollan esta actividad»

En sus filas presumen de contar con una de las promesas a nivel estatal de este deporte: Bruno Soto Fernández, quien, a pesar de competir todavía en junior, ostenta la mejor marca de Bizkaia y de Euskadi. Un palmarés que completa con títulos internacionales y con ser ocho veces campeón de España. Sin embargo, una lesión en el codo, que se hizo en el campeonato de Europa el pasado mes de noviembre, le ha impedido levantar peso en los últimos meses.

Por sus venas corre sangre de ganador. Su madre, Emilia Fernández, fue campeona de Europa y del Mundo, y su padre, el presidente del club, Bruno Soto, tres veces campeón de España y récord de España desde juvenil hasta junior y absoluto. Todavía hoy en día mantiene la plusmarca en dos tiempos absolutos que batió en 1999.

Soto (hijo) no podrá acudir al campeonato de Euskadi, que se celebrará el próximo 29 de abril y en el que las diez mejores marcas obtendrán el billete para el nacional. Basauri, si todo sale bien, tendrá su representación en categoría absoluta con Javier Rodríguez, que se ha hecho hace unos días con el título de Bizkaia en 73 kilos y se subió en el primer puesto del podio absoluto de todas las categorías. Otros dos integrantes más del club vizcaíno como son Peter Cubillo y Arkaitz Moro destacaron en 81 y 89 kilos, respectivamente.

El club Halterofilia Urbi es el único de Bizkaia que cuenta con una escuela dirigida a niños de entre 9 y 13 años. «Una tercera parte del entrenamiento es técnica y las otras dos son juegos como lanzamiento de balón, el salto y fuerza en las pierna», apunta el responsable del club.

A día de hoy en deporte escolar participan seis pequeños, dos niñas y cuatro niños. Lo habitual es que sean las familias las que les inscriban a esta práctica deportiva, aunque el club también dispone de un proyecto conjunto con el instituto Uribarri, en el que una vez al año los estudiantes pueden conocer de cerca los entresijos de la halterofilia.

«Llevamos cinco años yendo, hablamos con los profesores de Educación Física y esa semana les enseñamos nuestro deporte. Los resultados son muy positivos porque siempre viene luego algún chaval a probar y así nutrimos la cantera» afirma el presidente.

Es consciente de que todavía hay muchos tabús y es necesario trabajar para derribarlos. «Los padres creen que se van a lesionar, que se van a quedar pequeños y con la escuela estamos demostrando que es al revés. La halterofilia ayuda al desarrollo óseo de las personas, se convierten en más altos», apunta Soto. Fruto del trabajo, hoy en día compiten bajo su bandera además de los senior, tres niñas en sub'15, dos chicos en y otros dos jóvenes más en junior.