Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Los que se han acercado a media mañana a la playa de Ereaga a aliviar la anunciada ola de calor han echado de menos ocho o diez grados más. Pasadas las once el mercurio no subía de los 25 en Getxo, que serían menos con ... la brisa con la orilla. «¿Y los 40 que decían, dónde están?», se sorprendía una cuadrilla de chicas al bajar del metro en Neguri. «¡Si hace fresco!». Pero ya no se iban a dar media vuelta... El sofoco en Getxo no lo han pasado los bañistas, lo sufren todo el verano los trabajadores del Palacio de Justicia, donde no funciona el aire acondicionado desde hace dos años.
Comprobamos la temperatura termómetro en mano. A las puertas del juzgado, 25. Entramos. En la planta baja, 26. En la segunda, 27 y medio. Y en el pasillo acristalado que conecta el edificio antiguo -el del aire acondicionado estropeado- con el nuevo -allí sí hay aire- marca ya 40 a las doce y media del mediodía. Y más que escalará porque ayer las máximas se registraron casi a las seis de la tarde.
La noche ha sido también calurosa, así que los trabajadores más madrugadores del juzgado -tienen horario flexible entre siete y media de la mañana y cinco de la tarde- se han encontrado al llegar «con un horno». «He tenido que poner varios ventiladores a ver si se movía algo el aire», cuenta una de las encargadas de la sección de ejecución, que es donde se «cuecen». Toda mujeres. Todas hartas. «El año pasado tres chicas tuvieron que irse de su puesto, a punto de desmayarse. Una hasta fue al médico».
La respuesta del Gobierno vasco a este problema es un permiso para ausentarse de su puesto fichando y dando aviso al letrado correspondiente «quince minutos por cada hora y media de trabajo efectivo». Una medida aprobada el año pasado y que esta semana han recordado en una circular interna al personal ante la ola de calor. «¡A paseo!», dicen ellas, y así lo han escrito en el aviso de la pared, donde figura esta comunicación. «Nadie está cogiendo esos quince minutos. Es una solución absurda. ¿Qué haces con la gente que estás atendiendo en el mostrador, les dices que te vas porque tienes calor? ¿Y a dónde vas? Porque si fuera hace 40 grados, ¿a qué sales, a achicharrarte más? De Guatemala a Guatepeor».
El verano pasado dicen que fue «tremendo» y estuvieron varios días seguidos «a 29 grados», cuando lo que fija el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios son «entre 23 y 25» para oficinas cerradas. La segunda planta del Juzgado de Getxo lo está herméticamente. «Es una pecera, las ventanas no se pueden abrir, y cuando estamos todas trabajando a la vez y con las impresoras funcionando es horroroso». En esos casos ponen a funcionar los siete ventiladores gigantes que les han puesto «como parche» y dicen que casi es peor. «Solo mueve el aire caliente, te 'comes' todo el polvillo del tóner, se te vuelan los papeles... Por no hablar de que el ruido que hacen te pone la cabeza loca». Hoy los tienen apagados -encienden uno para que comprobemos lo ruidosos que son y sí, la verdad, hacen ruido- porque «el verano de verdad no ha empezado todavía. En julio será peor, cuando se acumule el calor de varios días».
Lo que sí mantienen como medida toda la campaña estival son unas cajas de cartón grandotas en el suelo donde pone: 'sujeta puerta'. «No podemos cerrar las puertas porque si no ya directamente te achicharras». Y abierta también, pese a que debería estar cerrada, tienen la de incendios «para que entre el aire fresco a primera hora». La del pasillo que conecta el edificio del juzgado antiguo con el nuevo -el anexo lo construyeron hace ocho años-, hay que cerrarla porque por ahí entra fuego. Y no es una manera de hablar. Lo comprobamos con el termómetro: de los 27 grados altos que tienen en la sala donde se hace el papeleo de ejecución de las sentencias, la afectada por el mal funcionamiento del aire, sube a 40 pocos minutos. Este pasillo no es un lugar de trabajo, pero sí de paso frecuente.
«En el pasillo se está fenomenal los días de invierno que hay algo de sol». Porque esa es otra, el frío. Que en el Juzgado no hay aire frío pero tampoco caliente. «En inverno lo pasan peor los de la planta baja que nosotras. A veces están a cero grados y ves a madres que vienen a inscribir al bebé recién nacido y le dan de mamar con ese frío... Pobres». Ellas combaten el frío del invierno con estufas eléctricas, que calientan el recinto a trocitos «Por lo menos no hacen ruido como los ventiladores...».
Si el calor en los juzgados de Getxo ha sido prácticamente insoportable, la situación ha sido todavía peor en la comisaría de Getxo. Ubicada en un edificio histórico cuya rehabilitación sigue pendiente, el termómetro ha alcanzado los 31,1 grados como muestra la imagen. Los agentes aseguran que se han alcanzado incluso picos de 35º en una jornada histórica en Euskadi en lo que al calor se refiere. Los 44,7º registrados en Orozko son el valor más alto registrado en junio desde que se tienen registros.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.