Alertan de la «escasez de talento» que traerá el déficit demográfico

«Hace unos 20 años las universidades vascas formaban anualmente unas 15.000 personas. Hoy apenas son 9.000. Nos enfrentamos a una escasez de talento por ese déficit demográfico», alertó Pradales, que avanzó que en 15 años la población menor de 35 pasará de 350.000 a 200.000 personas.

El diputado recordó que el problema del desempleo en la Margen Izquierda y la Zona Minera es más acusado que en el resto de Bizkaia, con un índice de paro del 14,22%, dos puntos más que la media del territorio. En total, 17.800 desempleados registrados en Lanbide, de los que el 64,8% únicamente tienen estudios obligatorios. «No nos podemos permitir un déficit de talento por un lado y un colectivo de desempleados con únicamente estudios obligatorios», reivindicó.

Pradales añadió que el 45% de los nuevos empleos que surgen en la actualidad «requieren altos niveles de cualificación y una gran capacitación tecnológica», y pidió a las empresas una actitud proactiva para captar talento no sólo en base a la retribución, si no también apostando por el desarrollo profesional, la flexibilidad y la conciliación.

El director de Bizkaia Talent, Iván Jiménez, advirtió que tras varios años en los que había una sobrecualificación, «con más talento disponible del que las empresas podían absorber», se ha pasado a una situación de «déficit gravísimo» de profesionales cualificados, y recordó que es en el campo de la ciencia, la tecnología y las matemáticas donde «van a existir muchísimas más posibilidades en el futuro».

El encuentro incluyó una mesa redonda con el director del centro Somorrostro, Javier Laiseca, que recordó que «el sistema educativo tradicional está en crisis desde finales del pasado siglo» y que las aulas deben ser «espacios donde nazca y crezca el aprendizaje». También participaron el alcalde de Muskiz, Borja Liaño, una profesional retornada tras varios años trabajando en lugares como Londres o Chile, Iraia Monteagudo, la gestora de Desarrollo y Comunicación Interna de Petronor, María Gaztelu, y el profesor de la escuela de ingeniería de Bilbao, Aitzol Lamikiz. «Necesitamos personas con capacidad de adaptación», reivindicó.