«Acamparé desde el lunes delante del portal para ver si así se va el inquilino de nuestro piso»

Loli, una de sus propietarias, no quiere esperar al juicio, que se celebrará el próximo 16 de mayo en Barakaldo, y ha confirmado a este periódico que iniciará el lunes una sentada frente al portal, el número 16, para tratar de meter presión y hacer que esta vivienda se quede vacía cuanto antes. «Acamparé para ver si se va ya de ahí», cuenta, afirmando que está buscando una tienda de campaña «no muy grande, y que se monte y desmonte fácil» ya que lo que tiene pensado es plantarse allí cada mañana y retirarse a primera hora de la tarde porque tiene que atender a sus dos hijos, uno de ellos con una minusvalía. «Igual me pongo solo hasta con una sombrilla y una hamaca, ya veré, pero quiero que me vea allí, ¡y que se vaya ya!», clama la mujer, que espera aún una llamada del Ayuntamiento.

Su situación y la de su prima es límite. Loli cobra una ayuda de 800 euros, con la que mantiene a sus hijos, y junto con Isabel tienen aún pendiente el pago de parte de una hipoteca, tras haber vendido «por muy bajo precio» un piso en Noja. El banco ya les ha informado de que no va a prorrogar el pago de la cantidad que les queda pendiente, por lo que esperan que esta situación no se dilate mucho más. El hombre que reside en su casa, reconoció ante este periódico hace unos días no tener problemas para hacer frente al alquiler, pero ha decidido permanecer allí más tiempo de lo acordado -le dieron tres meses de plazo el pasado año para irse- y sin pagar un solo euro. «No es fácil encontrar otro sitio, ya me iré, en unos dos o tres meses», declaró.

Loli e Isabel quieren «rapidez» y «justicia», y sobre todo lo que desea la primera es «poder darle la mejor calidad de vida a mi prima, y que esté bien atendida», lo que de seguir así corre peligro. Toda esta situación está provocando problemas de salud en la mujer de 83 años, que ha sufrido numerosos ataques de ansiedad en las últimas semanas. «Ha envejecido a pasos agigantados, esto le ha hundido. Este deterioro no va a haber nada que se lo quite. Le están comiendo los nervios».

El pasado jueves por la tarde tuvo lugar una concentración frente a la vivienda, a la que se sumaron medio centenar de personas para arropar a estas dos mujeres y tratar de forzar de nuevo la salida del inquilino de su casa. Un acto que repetirán este jueves también, de 19.00 a 20.00 horas. En esa manifestación Loli se mostró emocionada por todas las muestras de cariño que iba recibiendo y espera volver a hacer piña contra «la gran injusticia» que están viviendo. «Hoy me ha pasado a mí, pero mañana le puede pasar a otro. Tenemos que ayudarnos», declara.