Un positivo obliga a cerrar la haurreskola de Sondika

El domingo todas las familias fueron avisadas una a una de que la escuela quedaba cerrada hasta nuevo aviso. Sin embargo, 48 horas antes, la mayoría ya había puesto pie en el centro. El viernes pasado progenitores y pequeños tuvieron la primera toma de contacto en una reunión en la que les explicaron las nuevas medidas que deberán cumplir en los próximos meses. Ayer debía ser el primer día en el que las pusiesen a prueba, pero el examen se frenó en seco.

La vuelta a clase en su caso deberá esperar unos días más todavía. ¿Hasta cuándo? El retorno a las aulas de los 23 niños -trece en la clase de un año y los diez restantes en la de dos- lo marcará ahora el Departamento de Salud. Primero, el resto de trabajadores deberá someterse en las próximas horas a la prueba PCR para descartar que se haya producido algún contagio durante estos últimos días.

Y es aquí donde está ahora la preocupación de los progenitores. Al parecer, la persona contagiada no ha tenido contacto directo con los niños, pero los padres temen que sí haya podido coincidir con el resto de trabajadores. «El viernes estuvimos en la clase. Nuestra preocupación es que haya podido contagiar a otros 'maisus' y hayamos estado con ellos», comentaban algunos padres.

Minutos más tarde de saltar la noticia, el Ayuntamiento del municipio activó el plan diseñado para estos casos. Un agente de la Policía Local acordonó en un primer momento la zona. De manera paralela, un operario procedió a desinfectar el exterior de la haurreskola. Esta tarea está dividida en dos jornadas que retomarán hoy. Repetirán el mismo procedimiento pero esta vez ya en el interior, donde higienizarán aulas, salas de reunión y el resto de zonas de la escuela.