![El primer contratiempo de la vuelta al cole en Amezketa](https://s2.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/202009/07/media/cortadas/colegio-amezketa-retraso-clases-kLEG-U120114172179yKB-1248x770@El%20Correo.jpg)
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MACARENA TEJADA
Lunes, 7 de septiembre 2020, 09:01
No ha hecho falta abrir las puertas de los centros escolares, que hoy recuperan el bullicio, para que haya que adoptar ya la primera medida drástica ante el coronavirus. Los alumnos y alumnas del centro Zumadi de Amezketa deberán esperar hasta el 14 de este mes -el próximo lunes- para estrenar el curso después de que un profesor del centro haya dado positivo y todo el claustro permanezca en cuarentena hasta el viernes, una semana después de haberse sometido a una PCR . Educación optó ayer por retrasar una semana la vuelta a las aulas en este municipio guipuzcoano. Este primer sobresalto, cuando todavía siquiera han empezado las clases, pronostica un otoño lleno de contratiempos por el impacto que tendrá la pandemia en la actividad educativa.
El caso de Amezketa despeja la incertidumbre: la pandemia afectará al desarrollo del curso. Será, como ya se ha demostrado con este precedente, una docencia interrumpida por los aislamientos y las cuarentenas cuando salte un caso positivo en el centro. Las familias llegan a este arranque llenas de dudas. Ayer, en Amezketa, se resumían muchas de ellas. Sin quererlo, el municipio se ha convertido en el laboratorio de lo que les esperará a muchas familias en próximos días o semanas: cómo encajar todas las piezas del puzzle del trabajo, la familia y la posibilidad del aislamiento en casa. La noticia del aplazamiento del comienzo del curso ha caído como «como un jarro de agua fría» en esta localidad de Tolosaldea. No solo entre los padres de alumnos de la escuela Zumadi, también entre los propios niños, ansiosos la mayoría por reunirse con sus compañeros después de seis meses de pandemia.
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Los hijos de Pilar Mendoza, de 5 y 6 años, jugaban ayer en el parque del pueblo mientras su madre leía. Salir a la calle es la única forma que tienen de socializar con sus amigos de siempre, de verles y charlar ahora que van a tener que esperar una semana más para encontrarse con ellos en clase. Pilar recibió un correo electrónico de la escuela hace un par de días. La dirección mandó una carta a todas las familias en la que explicaba «que la vuelta iba a tener que retrasarse». Tras el primer positivo de un docente, se había procedido al aislamiento de todo el claustro. En un segundo email concretaron más: Como pronto, el curso empezará el próximo lunes.
Tanto Pilar como su marido trabajan, por lo que esta semana va a resultar «indispensable» la ayuda de los abuelos y la tía de los niños, que a menudo se hacen cargo de los peques cuando sus padres están ocupados. «Si no fuera por ellos, no sabríamos qué hacer», admite Pilar, que añade que «un parón a mitad de curso nos va a trastocar más que empezar más tarde». A lo que realmente teme esta familia es a las cuarentenas por haber estado en contacto con un positivo en clase. «Queremos empezar y coger ritmo, aunque va a ser muy difícil».
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Que los niños han sido «los más perjudicados» en esta crisis sanitaria es algo en lo que coinciden la mayoría de los vecinos de Amezketa, sino todos. Iosu Fernández, que tiene dos hijos que van a la escuela Zumadi, es uno de ellos. Los 'txikis', explica, «necesitan relacionarse, ver a sus compañeros y sus profesores... No pueden estar en casa metidos todo el día». En un municipio como Amezketa, con menos de un millar de habitantes, «es fácil encontrarse en la plaza, pero no podemos comparar esto a acudir a las aulas y seguir aprendiendo», matiza. Su hija de 6 años está aprendiendo a leer ahora.
El alcalde de Amezketa, Iñaki Amundarain, trasladó ayer un mensaje de tranquilidad a los vecinos y familias afectadas del centro Zumaldi, que ofrece educación Infantil y Primaria. Amundarain ordenó la desinfección de la escuela y de las calles de todo pueblo con el fin de prevenir futuros contagios.
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