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Plentzia, Arrigorriaga, Santurtzi, Algorta o más recientemente Lekeitio son solo algunos de los lugares donde los agentes de la Ertzaintza y las policías municipales no han sido bien recibidos cuando acudían a disolver botellones y concentraciones masivas. lanzamientos de botellas, insultos, agresiones físicas... Se ha ... visto casi de todo este verano en Bizkaia. Ante estas actitudes, el sindicato policial Erne ha llegado incluso a pedir ayuda al Ministerio de Interior por la «inacción» del Gobierno vasco.
La noche del sábado en Lekeitio había transcurrido con normalidad hasta las 3.30 horas. En ese momento terminó el turno de la Policía Municipal, que sólo había tenido que hacer pequeñas intervenciones sin relevancia. Pero a partir de esa hora la comisaría de la Ertzaintza en Ondarroa comenzó a recibir llamadas de vecinos alertando sobre un macrobotellón que se estaba produciendo en la zona de la playa. Hablaban de más de 200 personas bebiendo sin ningún tipo de control y sin respetar las medidas sanitarias para evitar contagios.
Vistos los antecedentes de este verano, los ertzainas decidieron pedir refuerzos y hasta la localidad costera se desplazaron tres furgonetas de la Brigada Móvil –algunas fuentes apuntan a que se movilizaron las unidades que estaban de guardia en Vitoria por si había altercados en las 'no fiestas' de La Blanca–. Las patrullas llegaron sobre las 4.30 horas a Lekeitio y cuando acudieron a la zona de la concentración fueron recibidas con el lanzamiento de botellas, vasos y «todo lo que tenían al alcance de la mano» los jóvenes. Parte de los presentes se marcharon sin causar más incidentes, pero un nutrido grupo se trasladó al centro de la localidad, donde los vecinos relatan «momentos de mucha tensión, carreras, botellas volando, pedradas, cargas...»
La noche del sábado se saldó sin detenciones ni heridos en Lekeitio, pero sí con relevantes daños al mobiliario urbano y con la confirmación de que una parte de la sociedad no asume la gravedad de la situación sanitaria.
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Plentzia ha sido uno de los lugares más conflictivos de Bizkaia en lo que va de verano. El pasado 18 de julio la Ertzaintza se vio obligada a intervenir para disolver un botellón en Plentzia. Según señalaron fuentes policiales a este periódico, en la quedada participaron «unas 400 personas». Hasta el lugar se desplazaron en un primer momento dos patrullas para tratar de disolver el amplio grupo. A su llegada, los agentes fueron recibidos con insultos y lanzamientos de varios objetivos, entre ellos, botellas, lo que les obligó a tener que pedir refuerzos. Al operativo se sumaron tres furgones de la Brigada Móvil, los antidisturbios.
Pero este no ha sido el único problema que ha registrado la localidad costera. Allí se han vivido bastantes momentos de tensión durante este verano, pero, quizá, el más grave fue la noche del 24 al 25 de julio. Aquel macrobotellón estuvo protagonizado por una impresionante batalla campal en la que participaron más de medio centenar de chavales. Afortunadamente los agentes no estuvieron inmiscuidos, pero muchos jóvenes sí. De hecho, uno de ellos tuvo que se atendido por sus amigos en una de las duchas de la playa para cortar la hemorragia que presentaba en la cara.
Ya con la noche cerrada y la hostelería bajando la persiana, decenas de jóvenes se descontrolaron la madrugada del 6 de julio en las no fiestas de la Virgen Blanca. Ocurrió en el Casco Viejo de la capital alavesa. Animados por unos músicos, olvidaron por unos minutos las restricciones para una pandemia que sigue sin ceder terreno. Al menos en el País Vasco.
Las imágenes captadas por vecinos en la 'Cuchi' muestran a varias decenas de jóvenes bailando, sin la mascarilla y sin guardar la distancia social en la calle Cuchillería. Al son de la música, esta concentración espontánea baila, brinca y se arremolina.
El pasado 25 de julio un grupo de jóvenes arrojó objetos contra los efectivos de la Ertzaintza en Villabona, en la Plaza Errebote y en la calle Nagusi. También cruzaron contenedores en distintos puntos del municipio e incluso llegaron a quemar alguno de ellos, por lo que los Bomberos se vieron obligados a intervenir. En torno a las cinco de la mañana un joven de 20 años fue detenido acusado de desórdenes públicos por participar en los disturbios, en los que dos agentes resultaron heridos y necesitaron de atención médica.
En las 'no fiestas' de Arrigorriaga cinco agentes de la Policía Municipal resultaron heridos de distinta consideración al disolver un botellón sobre las 2.45 horas de la madrugada en el que participaban «cientos» de personas, en el cruce de las calles Severo Ochoa y Paseo Urgoiti, según denunció ErNE.
Algunos participantes lanzaron botellas y piedras a los policías. Otros les agredieron a puñetazos en el intento de la patrulla por identificar y dispersar a los congregados. «Mientras estaba intentando inmovilizar a uno de los investigados, me rodeó un grupo de personas, me arrastraron por el suelo y me golpearon. Un compañero me tuvo que sacar de ahí», relató uno de los policías agredidos. Al término del altercado, dos agentes necesitaron intervención médica -uno, por haber recibido el golpe de una botella de cristal en la cabeza-.
En las 'no fiestas' de los Cármenes, en Santurtzi, la Brigada Móvil de la Ertzaintza fue movilizada para desalojar la zona de Itsasalde, donde se habían reunido grupos de jóvenes para beber. A la llegada de los agentes, cruzaron contenedores y arremetieron contra los agentes con insultos y lanzamiento de vidrios. La Policía Municipal practicó detenciones.
La Policía Local de Getxo intervino la noche del pasado 1 de mayo en la plaza San Nicolás de Algorta después de recibir un aviso sobre la presencia de un grupo numeroso de jóvenes. Eran las 21 horas cuando los agentes les llamaron la atención porque «no estaban respetando las medidas sanitarias» fijadas para combatir la expansión del Covid y, según la versión policial, «comenzaron a increparles». Los guardias urbanos pidieron apoyo a la Ertzaintza, que, al llegar al lugar, «fue recibida con el lanzamiento de botellas y varios objetos», según el Departamento de Seguridad.
Los ertzainas fijaron un cordón policial y «tres personas fueron propuestas para sanción por una falta de respeto e insultos hacia los agentes». Se vivieron momentos de tensión hasta que llegaron a la plaza más efectivos policiales. Con el apoyo de esos refuerzos -varias patrullas de la Ertzaintza y dos furgonetas de la Brigada Móvil-, lograron dispersar a los concentrados poco antes de las 22 horas. En los altercados resultaron heridos cuatro agentes, tres de ellos policías locales y un ertzaina.
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