Bizkaia sufre una granizada sin precedentes: «Ha sido un infierno de 4 minutos»

Edu salió al balcón y se puso a grabar con su móvil. Al principio era una precipitación fina, que dio paso a una tormenta de granizo. Bolas de tres y cuatro centímetros de grosor. «Si nos llega a dar en la cabeza nos mata», subraya Josune, una de las decenas de personas afectadas por la tormenta de pedrisco. El coche de Edu, como se puede apreciar en los vídeos publicados en Elcorreo.com, terminó abollado por numerosas partes y con las lunas agrietadas. Una lluvia de hielo sin apenas precedentes en esta parte del territorio vizcaíno. «El granizo duró unos 20 minutos. Pero lo que reventó coches y casas cayó durante apenas 4 ó 5 minutos. Fue un infierno», explica Edu.

Igorre se llevó la peor parte de un temporal que también afectó a Dima y a Durango, donde se recogieron piedras de hielo de hasta cuatro centrímetros de diámetro; e incluso a Ermua donde se anegaron calles y hasta el frontón municipal quedó inundado. También se produjeron pequeñas inundaciones en talleres y viviendas de Zaldibar, Sestao, Ondarroa, Etxebarri, Elorrio, Dima, Berriz y Zierbena.

Se originaron también balsas de agua por reventones de cañerías y desbordes de arquetas en Muskiz, Barakaldo, Erandio, Sopela, Ortuella, Abanto-Zierbana, Santurtzi, Trapagaran, Lemoa, Berriatua y Orozko. El Departamento de Seguridad también informó que se produjeron algunos pequeños socavones y desprendimientos en otras localidades como Etxebarria, Laukiz, Mendexa, Elorrio, Markina-Xemein y Mallabia.

Euskalmet había lanzado una alerta naranja por el riesgo de fuertes precipitaciones. El pronóstico no se equivocó. Según la estación de medición situada en Igorre a las 17.00 horas y durante diez minutos cayeron 12,4 litros por metro cuadrado.

Destrozos en tejados y fábricas

La granizada se saldó en esta localidad con una mujer herida, que fue trasladada al ambulatario tras caerle en la cabeza una piedra «tan grande como una pelota de tenis», según afirmó una trabajadora del bar Hegazkina. «Iba con el paraguas y el granizo le ha hecho un agujero así de grande», gesticulaba con las dos manos. Fue el único daño personal constatado al cierre de esta edición. Porque el pedrisco dejó un reguero de pérdidas materiales.

Los destrozos se cebaron con los coches aparcados en la calle. Cientos de ellos sufrieron abolladuras tanto en este municipio como en todo el Valle de Arratia y en el Duranguesado. El Departamento de Seguridad también constató un accidente de tráfico de dos trabajadoras que volvían a Bilbao como consecuencia de la tromba de agua y hielo.

En estas circunstancias, los seguros y las grúas no daban abasto. Los afectados querían saber si los destrozos estaban incluidos en su poliza o si van a tener que pagar por las reparaciones. Las empresas de sustituyen las lunas de los vehículos también vivieron una jornada frenéticia. La demanda subió de tal manera que ayer era imposible conseguir cita antes de una semana. Pero no solo eso. Hubo tejados afectados, persianas quebradas y hasta pabellones industriales que sufrieron destrozos.

Ziortza y su hermana habían ido a Igorre a visitar a su madre desde Vitoria. Aparcaron sus coches en un estacionamiento al aire libre justo al lado del campo de fútbol de Urbieta. Todos los automóviles allí parados sufrieron las consecuencias. Hasta tal punto que el parking se convirtió durante toda la tarde en un centro de reunión para los afectados. Ziortza y su familia llamaron al seguro a las seis de la tarde. Cerca de las nueve de la noche todavía no sabían cómo iban a regresar a la capital alavesa.

A Josune le sorprendió la granizada justo cuando estaba entrando en el coche para volver a casa. De pronto empezaron a llover «piedras de hielo del cielo». «Hemos estado 20 minutos sin poder salir. Si le llega a dar a alguien en la cabeza hablaríamos de una desgracia», subraya.

Jon vive en un caserío. Su coche ha sufrido numerosos golpes de chapa, pero también la rotura de la luna delantera. Las piedras de hielo causaron incluso estragos en su casa: rompieron parte de los balcones y perforado las claraboyas. Dice que nunca ha visto algo parecido. Su madre, con cerca de 80 años, sólo recuerda un episodio similar hace siete décadas. «Lo que ha pasado no es normal», insiste.

La incidencia de mayor trascendencia tuvo lugar en Igorre, pero escenas similares se vivieron en la cercana Dima. También en Durango se sintieron de manera contundente los estragos de la borrasca. Piedras de hielo casi del tamaño de un puño. La estación metereológica de Iurreta recogió hasta 20,6 litros por metro cuadrado en apenas 20 minutos. En calles como Montevideo se registraron pequeñas inundaciones y los dueños de los negocios tuvieron que improvisar para que el agua no entrase en sus locales.

La inundación pueblo a pueblo, en detalle:

Igorre ha sido uno de los municipios más castigados por la violencia del temporal. Allí, una mujer ha resultado herida tras caerle en la cabeza un copo «tan grande como una pelota de tenis». Esta vecina afectada ha sido trasladada en ambulancia al ambulatorio del pueblo mientras sangraba, según ha confirmado a este periódico la trabajadora del bar Hegazkina, Ariana Balan.

En la capital de la comarca Arratia-Nervión se han visto lunas de vehículos rotas que no han soportado las piedras caídas del cielo. Varios de los dueños de estos coches afectados han acudido a una tienda de deportes a pedir cartones para mitigar los daños y evitar que entre agua. En un vídeo que circula por las redes se ve cómo una persiana se desmonta con rapidez. Los datos recogidos por Euskalmet revelan que a las 15 horas ha caído la friolera de 12,4 litros por metro cuadrado en solo diez minutos.

En la Casa de la Cultura se han producido goteras y tres coches han sufrido daños en sus lunas. El granizo ha llegado a Igorre en el momento en el que el Arratia CD entrenaba en el campo de fútbol de Urbieta, por lo que inmediato han tenido que parar. Un cristal del vestuario se ha roto y varios coches se han visto afectados.

En Durango también se han sentido de manera contundente los estragos de la borrasca. Las imágenes debajo de estas líneas hablan por sí solas, con piedras de hielo casi del tamaño de un puño. La próxima estación de Iurreta ha recogido hasta 20,6 litros por metro cuadrado en apenas 20 minutos.

Ha sido sobre las 17.00 horas cuando ha comenzado la tormenta que, acompañada de granizo, ha causado pequeñas inundaciones en calles como Montevideo, donde varios negocios han tenido que tomar medidas para que el agua no entrase en los locales.

Las bolas de granizo, del tamaño de una pelota de golf o «cinco centímetros de diámetro», según varios testigos, han cubierto las calles de blanco durante unos instantes. De hecho, los vecinos que estaban en la calle aseguran que se han tenido que poner a cubierto por el temor a sufrir un fuerte golpe o resbalar por unas aceras cubiertas de hielo en minutos. Algunas de las piedras han llegado incluso a abollar varios vehículos que estaban aparcados en la calle.

Por otro lado, la tormenta ha provocado cortes de luz momentáneos en varias viviendas de la villa. Además, y según ha podido saber este periódico, los sistemas electrónicos de pago del parking de Landako se han averiado, por lo que se ha tenido que levantar la barrera para que los vehículos estacionados en su interior pudiesen salir. En estos momentos, el aguacero continúa siendo intenso, aunque el granizo ha dado paso a las fuertes lluvias que caen acompañados de rayos y truenos.

Desde el Ayuntamiento de Durango informan a este periódico de que la Policía Local se encuentra en estos momentos «recibiendo avisos y actuando donde se les solicita». Mientras tanto, desde el cine Zugaza, situado en la calle Uribarri, que se ha convertido en un pequeño río en cuestión de minutos, confirman que todo ha vuelto a la normalidad a estas horas de la tarde. «Es la tercera vez que ocurre esto desde junio. Las arquetas no tragan lo suficiente y no dan abasto cuando las precipitaciones son intensas, como las que acaba de haber. Pero en cuanto para un poco, el agua desaparece», señala.

Las lluvias torrenciales que han caído a partir de las 17.30 horas en Ermua han generado diversos problemas en la villa. Varias calles se han anegado ya que el alcantarillado no ha sido capaz de absorber la cantidad de agua que ha caído en media hora. Una de las calles más afectadas por la riada que bajaba desde el polígono industrial de Urtia ha sido Zearkalea, aunque también otras zonas se han visto afectadas por la intensa lluvia. El frontón Arizmendi, que se encuentra precisamente en Zearkale, ha sido una de las instalaciones más afectadas junto con el polideportivo. Hay que tener en cuenta que la entrada en escaleras descendentes desde la misma calle Zearkale ha contribuido a que el suelo del frontón se asemejara hoy por la tarde a una piscina.

El Ayuntamiento y la Policía municipal trabajan en la actualidad para solucionar los problemas que haya podido ocasionar estas lluvias y pese a que «no se ha registrado nada de gravedad» piden que se circule con precaución por las calles afectadas.